Chorus, una oda a las guerras que ocurren en galaxias muy lejanas
Un juego que bien pudo ser de la serie de Star Wars
Star Wars: Rogue Squadron es sin duda alguna una de las series más divertidas y mejor logradas en todo el universo de los videojuegos de la Guerra de las Galaxias, en su momento estos títulos fueron muy divertidos, por ser simples de jugar, pero al mismo tiempo emocionantes y hasta gráficamente impactantes; para quienes no lo recuerden, incluso se hizo una comparativa de la versión de GameCube con la película para demostrar el nivel de detalle en las escenas.
Si algo tenían estos juegos es que estaban pensados para todos los videojugadores, no solo para los fans. El control era intuitivo y fácil de entender, lo que permitía que el combate fuese accesible y ultimadamente, atractivo, no como otros juegos de cierta compañía que no terminan de cuajar.
Chorus de Deep Silver bien pudo haber sido un digno miembro de la familia Rogue Squadron si hubiera contado con la licencia de Star Wars pues es un juego de naves espaciales, que se juega bien, que se ve mejor y que tiene elementos interesantes pero, su pecado es contar una historia con una protagonista un tanto insípidas.
Casi una pieza maestra
Vamos a empezar por lo bueno y bonito. Chorus es una mezcla interesante de exploración en mundo abierto con combate en áreas delimitadas. Cuando hay que explorar, tienes libertad de hacerlo vertical y horizontalmente, es decir, tienes que moverte por todos lados para encontrar misiones, ítems y hasta tu siguiente objetivo, eso, naturalmente te da una una sensación de libertad que te invita a disfrutar los distintos escenarios que se han preparado para ti, y vaya que hay algunos impresionantes.
De hecho, hay misiones donde la misma exploración te lleva a recorrer lugares extraños pero encantadores, llenos de túneles y pasajes estrechos que podrán a prueba tu habilidad como piloto.
Por otro lado, el combate es ágil, de nuevo, muy “a la Star Wars”, normalmente tienes un área delimitada de la que no puedes escapar pero en la que te puedes mover con total libertad. Hay todo tipo de enemigos con distintas fortalezas y debilidades que tendrás que explotar para poder vencerlos. Al principio tal vez te cueste un poquito de trabajo acostumbrarte al sistema de armas y a las estrategias para vencer algunos enemigos, pero una vez que dominas todo a la perfección verás que las “peleas” se pueden poner muy intensas.
No solo se trata de cazar a los enemigos y ya. genuinamente necesitas pulir tus habilidades para enfrentarte a varios de ellos. Mejorar tus habilidades significa en algunos casos, dominarlas, como las que tiene tu nave espacial para “derraparse” por así decirlo, de lado para poder sorprender a los enemigos desde otro ángulo.
Algo que resulta agradable es este sistema de mejoras al que tienes acceso. Este te permite gastar tu dinero en mejoras para la nave o bien, usar lo que vayas encontrando al ir jugando. Puedes mejorar las defensas (aumentar la potencia del escudo), incrementar tu energía (más HP para aguantar más daño), usar objetos para mejorar el rendimiento para recargar tus escudos más rápido o enfrentar algunas de tus armas con mayor velocidad, en fin, hay una gran cantidad de mejoras disponibles que hacen que valga la pena el estar participando en un montón de misiones secundarias.
Si solo nos tuviéramos que fijar en la acción y la exploración, le podríamos poner una calificación muy alta a Chorus, incluso cuando algunas de las misiones secundarias pueden ser insulsas y aburridas, en general, la pasas bien jugando, sin embargo, hay otro elemento por ahí que no termina de encajar y que por momentos emociona pero luego te dan ganas de eliminarlo por completo, se trata de la historia.
Algo de un profeta y un sentimiento de culpa, bla, bla, bla
La historia nos presenta a una chica llamada Nara que solía cumplir los designios de un tal profeta que de un día para otro se volvió loco y empezó a destruir a todos aquellos mundos que no se alineaban con su doctrina o que representaban una amenaza, según él. Al inicio del juego todo es explosiones, peleas, luces y sonidos muy impactantes que te presentan con el dilema de Nara y es que, al ser la mejor de los pilotos de este profeta, cometió algunas atrocidades de las que se arrepintió y ultimadamente, la orillaron a escapar de este loco.
Hasta este punto es una historia bastante estándar, el tema es que conforme avanzas te empiezan a llenar con detalles de la guerra poco interesantes y peor aún, muchas de las conversaciones con otros personajes y con ella misma (Si, Nara tiene una especie de voz interna que tú puedes escuchar todo el tiempo).
Aquí va una pequeña alerta de spoiler porque les vamos a arruinar algo que pasa al inicio del juego. Una de las misiones de Nara es la de buscar a “su viejo amigo” que se trata de su nave de combate con la que cometió tantos crímenes. Esta nave se llama Forsa, diminutivo de Forsaken, y de hecho, comparten un enlace mental que les permite ser una unidad de combate imparable. Si bien el concepto del enlace entre Nara y Forsa es interesante, el guion no explota esta relación adecuadamente y se limita a poner algunos pequeños topes.
Es verdad, la trama de Chorus no es la peor que hemos visto en un videojuego, pero el problema es que rompe el ritmo muy feo, un minuto estás arrasando con dos docenas de naves enemigas como si fueran aliens de Space Invaders y al otro no te queda otra más que echarte un enorme diálogo que ni al caso.
Conclusión
Al final, Chorus es divertido, si, tienes que soportar las partes malas para llegar a las buenas, pero bien vale la pena dedicarle tu tiempo, dinero y esfuerzo. Si hubiera tenido la historia de Star Wars sería perfecto, maravilloso, shooter del año, pero en fin, esperemos que esto le sirva de lección al estudio para pulir su trabajo en el futuro o quién sabe, incluso aventurarse a crear un proyecto tipo Rogue Squadron para presentarle a Disney.
Chorus esta disponible en Xbox One, Xbox Series X/S, PS4, PS5 y PC
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