Noruega se convierte en el primer país en prohibir la deforestación

Una de las cosas más lamentables que suceden a nivel global es la deforestación, pues sabemos que sin árboles prácticamente las posibilidades de tener una buena calidad de vida se reducen, no solo porque los ecosistemas se desequilibran, la vida de los animales cambia, sino porque el ser humano depende en gran medida de cada uno de los árboles para respirar, recrearse y mantener en equilibrio su salud.

Aunque aún falta mucho para que en los países se tome consciencia sobre la importancia de los sistemas de árboles, existen algunos como Noruega que ya están tomando medidas para protegerlos.

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Y es que esta nación apostó por convertirse en el primer país del mundo en prohibir la deforestación. Aunado a esta gran noticia, este país tiene la meta de extender esta política hacía otras naciones.

En gran medida esta iniciativa es sumamente importante, ya que la tala desmedida de árboles está acabando con los bosques del planeta, y como mencionamos anteriormente, están en riesgo la salud de los ecosistemas, el ciclo del agua y hasta la captura de dióxido de carbono de la atmósfera, los cuales son vitales para mantener en equilibrio el medio ambiente y que al mismo tiempo son factores de riesgo, pues propician el cambio climático.

Al respecto, Noruega ha sido uno de los pocos países que ha mostrado gran interés en terminar con las prácticas irresponsables que conllevan a la deforestación y, de hecho, es el único país del mundo en prohibirla.

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Desde el 2014 cuando se celebró la Cumbre del Clima en Nueva York, el país nórdico se comprometió a asumir la política ‘deforestación cero’. Política que otros países como Alemania y Reino Unido, también se comprometieron a adoptar.

Dichas políticas ponían la mira en los productos provenientes de la tala, en especial de especies nativas de la zona. Se limitó entonces la industria procedente de tala ilegal. Misma que producía papel, madera de pino, aceite de palma, así como también el tráfico de pieles, entre otros más.

Por si fuera poco con lo anterior, Noruega quiso compartir su visión donando un billón de dólares a Brasil para ayudar a conservar uno de los ecosistemas más importantes para el planeta, la Selva Amazónica.

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Además, el gobierno noruego firmó un decreto en el que únicamente se permite ayudar y validar comercios completamente sostenibles. Con el objetivo de diseñar una economía verde dentro de su nación y contribuir a extenderla hacia los demás países, dicho decreto solamente permite la validación en el mercado a empresas con iniciativas medioambientales, es decir, se prohibió el ingreso desde otros países, así como la producción nacional de productos que no se apeguen a la obtención de recursos de manera respetuosa con la naturaleza.