En España entra en vigor ley que protegerá a las mascotas en caso de divorcio

Una nueva ley ayudará a ser intermediarios en caso de que una pareja que se divorcie, comparta una mascota. Verán por su bienestar

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Todas las mascotas, ya sean perros o gatos, tendrán derecho a que se les asegure su bienestar en caso de que su familia decida divorciarse. Así lo establece una nueva ley en España que ha declarado a las mascotas como seres sintientes, por lo tanto, no podrán ser separados de ninguno de sus dos dueños.

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Si las relaciones de pareja son difíciles, tener una mascota lo hace más complicado, sobre todo cuando se trata de una separación definitiva. Ahora, una ley en España, pone en el mismo nivel de bienestar a los perritos y gatos, como a los niños, en caso de que las familias se divorcien.

Las mascotas no pueden ser embargadas, hipotecadas, abandonadas, maltratadas o apartadas de ninguno de sus dos amos, si estos deciden divorciarse.

En España, perros y gatos son declarados seres sintientes y regularán su bienestar en caso de divorcio de sus dueños

En España, perros y gatos son declarados seres sintientes y regularán su bienestar en caso de divorcio de sus dueños / Westend61

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La nueva Ley en España regulará la custodia compartida de las mascotas así como la manutención y cuidado de las mismas. En caso de que no se cumpla con el acuerdo, las autoridades decidirán quién de los dos será quien se quede con la custodia del perro o gato, por interés y por el bienestar del animal.

Esta ley también ayudará a determinar la custodia de los hijos, según los cuidados de los animales. Si la mascota ha sufrido maltrato por alguna de las partes, esta no tendrá derecho a la custodia de sus hijos.

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Por último, las mascotas podrán estar declaradas en el Testamento de la familia. Así, se cederían los derechos a quien el dueño lo establezca. En caso de que el heredero no lo desee o no se reclame a la mascota, la ley se haría cargo de cuidar a la mascota hasta encontrarle otro hogar.

La pregunta que nosotros nos hacemos es: ¿Y México para cuándo?