Oso polar le pide ayuda a una persona para sacarse una lata que tenía incrustada

El animal ya se encontraba visiblemente debilitado y desesperado

El oso pidió la ayuda de un humano, pues no podía comer ni beber / Twitter

Es muy triste darse cuenta de que la falta de responsabilidad que tienen algunas las personas en el manejo de residuos, afecta de sobremanera a algunos animales y sus ecosistemas.

Justo por lo anterior, el día de hoy te queremos hablar de la situación a la que se enfrentó un oso polar, luego de que una lata quedara incrustada en su hocico.

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Por la información que ya circula en internet se sabe que el oso se acercó a un humano para pedirle ayuda para sacarse el objeto que tenía atorado entre su hocico y nariz.

Cabe señalar que el mamífero se veía muy desesperado y debilitado por la situación, pues había quedado incapacitado para comer y beber.

El hecho ocurrió en una base en el Ártico ubicado en Dickson, al norte de Rusia.

Según se ha podido conocer, alguien botó una lata de leche condensada cerca a la playa y el animal intentó lamer el sobrante de dulce que quedaba en el interior. Lastimosamente su lengua se quedó atrapada debido a que la tapa del recipiente no estaba abierta en su totalidad.

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Después de cerciorarse que el oso no representaba ningún peligro, la persona a la cual el animal se le acercó pidiendo ayuda intentó quitar la lata de su hocico, pero sus esfuerzos fueron inútiles.

A pesar de las buenas intenciones del ciudadano, lo que estaba haciendo en realidad era causarle más daño al animal. Por ese motivo, se tuvo que armar un operativo para poder sacar la lata del hocico del oso polar.

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¿Las cosas se complicaron?

Según informó el periódico ruso Novye Izvestiya, en pocas horas un equipo especializado de veterinarios llegaron al lugar. El oso aún se encontraba en los alrededores de la base rusa.

Una vez lo tuvieron a tiro, el grupo de especialistas le disparó con dardos de sedación para poder dormirlo y retirar la lata sin causarle daño ni estrés.

Inmediatamente el equipo trasladó al oso polar a un lugar más alejado del poblado y con el uso de varias herramientas le quitaron la lata de su hocico. Y, como recompensa, le dejaron unos cuantos pescados para que se los comiera una vez recobrara el conocimiento.

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