Él fue el actor encontrado muerto en los sets de grabación de “El Chavo del 8”

En medio del revuelo que ha causado la serie “Chespirito: Sin querer queriendo”, donde se cuentan los altibajos del icónico Roberto Gómez Bolaños, revivió uno de los capítulos más tristes (y menos conocidos) de la historia de la televisión mexicana: la muerte de Raúl ‘Chato’ Padilla, mejor conocido como Jaimito, el cartero.

¿Te suena su frase de batalla? “Es que quiero evitar la fatiga”. Bueno, pues un día, sin previo aviso, evitó la fatiga para siempre. Y lo más fuerte es que el mismo Chespirito lo encontró sin vida en pleno set de grabación.

Una despedida que nadie vio venir

Corría el año 1994 y el elenco de “El Chavo del 8” seguía haciendo reír a toda Latinoamérica. Pero detrás del humor, el cansancio y los años ya hacían de las suyas. Raúl Padilla, actor de origen regiomontano y con una larga carrera en teatro, cine y televisión, ya batallaba con varios problemas de salud.

Diabetes, problemas del corazón y un cuerpo cansado le pasaban factura… aunque él, fiel a su personaje, siempre trataba de dar lo mejor en cada escena.

Ese día, después de una jornada de grabación, Gómez Bolaños lo esperó para hacerle una broma. Iba a sorprenderlo bajando desde el quinto escalón —sí, como niños jugando—. Pero Jaimito no bajó. Entonces, Chespirito subió… y ahí estaba él, en su camerino, con los ojos cerrados, como si estuviera tomando una siesta. Pero ya no despertó.

Según relató el propio Roberto en su libro autobiográfico, “tenía cara de estar contento… como si soñara algo bonito”. Triste y poético, como muchos momentos de la vida.

¿De qué murió Raúl Padilla?

El parte médico fue claro: infarto agudo al miocardio, agravado por cardioesclerosis y complicaciones de su diabetes mellitus. Tenía 75 años y una vida llena de aplausos y carcajadas.

Sus cenizas descansan en el Panteón Civil de Dolores, en Ciudad de México. Pero su legado vive en cada repetición de El Chavo del 8… y en cada niño que, sin saberlo, repite frases de un hombre que dedicó su vida a entretener.