Snack World: Dungeon Crawl Gold, Reseña
Una mezcla de Pokémon y Diablo
Por fin llega a nuestro rincón del mundo Snack World, una mezcla curiosa de Pokemon y Diablo con una capa de pintura para niños, pero con una profundidad inmensa en sus mecánicas de juego.
Snack world desarrollado por el legendario Level 5 (Yo-kai watch y Professor Layton), cuenta además con un manga y una serie animada, por lo que es una sorpresa que no se presentará antes para un mercado global, siendo este un port de Nintendo 3DS que gozó de una gran recepción en Japón.
Aunque este título pasó desapercibido por estar entre Pokemon Sword & Shield y Animal Crossing New Horizons, ofrece numerosas horas de juego comparado con su costo, aunque pasó por un proceso de censura en el que los trajes y ropa de algunos personajes se hizo más conservadora.
En la tierra de Tutti Frutti, todo se desarrolla alrededor de comida y todo el juego está plagado de chistes sobre la misma, lamentablemente no tiene una localización al español.
Empezamos la historia al colapsarnos frente al castillo con un mal caso de amnesia, donde el rey y la princesa nos dan audiencia, para posteriormente convertirnos en parte de las fuerzas armadas en una suerte de asistente personal de la princesa.
Así, nos aventuramos a explorar algunas zonas para luchar contra monstruos, examinar calabozos y así poder adquirir las cosas que la princesa quiere, aunque… normalmente cuando regresamos al castillo la princesa ya perdió el interés en el objeto que nos esforzamos en conseguir. Esta es la primera parte del problema con Snack World, la historia no es su punto fuerte y se espera que las mecánicas te mantengan entretenido. A pesar de su apariencia, el juego tiene un humor subido de tono por lo que tiene una clasificación para adolescentes.
Este juego tiene un sistema de juego complejo que se desarrolla en el país de Tuti Frutti con un mapa en el cual puedes encontrar varias tiendas, pero al ser un título original para Nintendo 3DS se siente vacío en la Swicth.
Uno entra a los calabozos por medio de un menú, no se explora como tal, sino que entras a mapas pequeños que contienen enemigos y objetos para coleccionar. La historia y las misiones opcionales terminan enviándonos a lugares ya visitados y esto hace que el juego se sienta monótono y repetitivo. Cuando estas dentro de un calabozo, tienes que tener en cuenta cuánto tiempo pasas ahí, ya que un enemigo invencible aparecerá. A su vez, existen trampas que borran por completo tu mapa, haciendo aún más tedioso el terminar la misión.
Puedes cargar hasta 6 armas y cada monstruo tiene una debilidad acompañada de una fortaleza para estas mismas. Jugarás con: dagas, espadas, cetros, báculos, arcos y flechas entre otros. Es importante cambiar de armas y esto lo puedes hacer en tiempo real con el botón ZR. Resultará vital comprar armas y mejorarlas, aunque el juego te da poco dinero y materiales al azar, por lo que obtener un buen arsenal se vuelve una tarea colosal de varias horas.
Cada arma cuenta con JP (Jara Points) que se consumen cada vez que usas un arma y cuando se acaban estos puntos, tu personaje no puede usarla más, por lo que estarás obligado a cambiarla para seguir atacando, aunque nunca nos vimos en una situación donde se acabaran los JP en todas las armas, puesto que se van regenerando con el tiempo.
Cuentas con 3 objetos: sombrero, ropa y accesorio. Suena simple, pero se vuelve más complejo por los diferentes atributos, materiales y colores. Tener el set más básico, tomó una hora de juego y 8 misiones. Cada día existe una sugerencia de colores y equipo que aumentan la cantidad de objetos que obtienes, pero es tan específico que terminamos ignorando estas mecánicas por la falta de materiales. Cada equipo requiere al menos 4 tipos de materiales que pueden ser especiales, básicos y de color.
La parte similar a Pokémon, cuenta con 168 tipos de enemigos y más de 200 Snacks que obtienes por misiones. Entre más enemigos derrotas, se te dará la oportunidad de tomar una fotografía para agregarlo a tu librería de snacks. Este podrá estar en 2 posiciones, acompañándote constantemente para pelear a tu lado o convirtiéndote en ese mismo con sus ataques especiales.
Al terminar una misión y al eliminar monstruos, algunas veces encontrarás consumibles y materiales que sirven para mejorar armas o crear una armaduras, lamentablemente este elemento es tedioso, ya que todo es al azar y conseguir cosas específicas puede tardar mucho.
Aunque el concepto de un Dungeon Crawler (explorador de calabozos) como en Diablo con elementos de Pokémon suena bastante interesante, en la ejecución Snack World: Dungeon Crawl Gold no te atrapa con la historia y limita mucho los recursos. Es un juego donde el enfoque está dirigido a las armas y armaduras que puedes obtener jugando un par de horas sin un gameplay divertido e innovador. Este título, aunque es carismático, no logró mantener nuestra atención por mucho tiempo, pero por su diseño y carisma, es una buena opción para introducirse al género de Dungeon Crawling.
Por: Ken Luna
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