Skellboy, Reseña
Una aventura llena de humor, aventura, pixeles y partes intercambiables.
Imagina el típico juego de RPG, agrega un héroe que no está del todo vivo, luego ponle algo de humor, gráficos 3D con look 2D y tendrás una aventura diferente. Así es Skellboy de Umaiki Games para Nintendo Switch. Éste es un título con propuesta interesantes pero que se queda corto para llegar a ser grande.
El reino de los Cubos está en peligro debido a las terribles acciones del nigromante malvado Squaruman. De repente, un inusual héroe (un esqueleto reanimado llamado Skippy) surge de su tumba para salvar a los cuadrados ciudadanos.
Como pueden ver, los chistes de cuadrados están a la orden del día en todo el argumento. Además de eso, el juego hace mucho humor que rompe la 4ta pared; haciendo referencia a elementos que se repiten en todas las historias de aventura (como “¡Debimos saber que Squaruman era malvado por sus ojos rojos, magia negra y cinturón de calavera!”). Cada personaje tiene una pequeña historia o chiste que contar, por lo que hablar con cada uno siempre es un gusto.
Skellboy aumenta o cambia las habilidades de Skippy mediante un sistema de partes corporales. Así, el pequeño esqueleto puede cambiar su cabeza, cuerpo y pies con los de los enemigos derrotados. Por ejemplo, al derrotar unos hongos venenosos; puedes equipar sus pies y liberar pequeñas nubes de veneno cada que saltas. Hay una gran cantidad de partes/piezas a intercambiar. Lo único malo es que algunas piezas realmente no ofrecen mucho, por lo que al encontrar un par efectivas; dejarás de experimentar sabiendo que lo que tienes funciona bien. También puedes llevar varios tipos de armas: hachas, espadas, varitas mágicas, lanzas, etc. De todas éstas, las lanzas son casi inútiles; ya que es muy raro que realmente alcancen a sus objetivos lejanos al lanzarlas.
Los niveles son enormes e interconectados. Si alguna vez has jugado Dark Souls, reconocerás de inmediato ese estilo de desbloquear atajos dentro del nivel. El problema es que muchas veces los niveles son demasiado largos, tomando en cuenta que el Switch es semi-portátil; esto puede llevar a ser un poco frustrante llegar al siguiente punto de salvado.
Los gráficos son agradables a la vista, ya que son modelos 3D con un look completamente retro y pixeleado. Los modelos no son demasiado complejos para conservar su estilo de la vieja escuela. Sin embargo, noté varias veces en mi experiencia en Switch cómo los cuadros por segundo bajaban cuando había demasiada acción en pantalla.
Un detalle que realmente no me gustó fue la música. Aunque entiendo el hecho de que buscaban conservar el sonido de las consolas de antaño, las canciones en general son repetitivas y algo agudas. Más de una vez decidí bajar el volumen.
Skellboy es una aventura con mucho potencial que se ve afectada por ciertas elecciones de su diseño, como el crear muchas partes que no agregan verdaderos beneficios al cuerpo del héroe, la longitud de sus niveles y su música poco agradable. Pero si logras pasar por alto estas cosas, puedes encontrar una aventura hecha con mucho corazón y humor.
Por Rolando Vera en Nintendo Switch
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