Saints Row the Third Remastered, reseña
Los Saints regresan para verse mejor en las consolas de esta generación.
Saints Row inició como uno de muchos clones de Grand Theft Auto. Una historia genérica de pandilleros en un gran mundo abierto. Pero con el tiempo fue cambiando y creando su propia esencia. Saints Row the Third es el perfecto balance entre “realismo” (la historia aún trata de ser creíble de cierta forma) y tonterías de proporciones épicas. Y es esta buena carga de humor y acción lo que hace que este título de mundo abierto sea tan divertido como cuando salió hace 9 años.
Los Saints de Stillwater son una pandilla criminal que se volvió un ícono cultural en su mundo. Eran famosos y hasta aparecían en TV y mercancía oficial. Un día, intentan robar un banco… Pero todo sale terriblemente mal. Un sindicato mundial del crimen les exige que se rindan y paguen tributo. Obviamente ellos se niegan y casi son aniquilados por completo (además de que les hackean sus millonarias cuentas de banco). Los Saints no se quedan cruzados de brazos e inician toda una sangrienta campaña para acabar con el Sindicato y recuperar su trono criminal.
Este título está lleno de escenas de acción que harían ruborizar a Michael Bay y un humor totalmente inapropiado que no para de hacer sonreír durante toda la aventura. Tal vez jamás gane un premio este guion, pero me mantuvo boquiabierto y muerto de la risa por horas. Importante: el juego es clasificación M (Maduro), y vaya que se lo gana a pulso. El humor es completamente ácido y está plagado de uso de drogas, referencias sexuales (muchísimas) y violencia.
Punto extra: contiene todo el contenido descargable que salió para el original.
El juego te da una increíble cantidad de libertad desde el principio. Armas poderosas, vehículos de ataque y una muy buena variedad de misiones. Al principio, parecen tus típicos encargos de “corre, ve y dile”; pero pronto las cosas escalan a niveles ridículamente hilarantes. Incluso muchas de las misiones te dan municiones infinitas para que te concentres en la diversión.
Por ejemplo: el Genki-bowl. Éste es un programa de concursos organizado por un científico loco japonés que usa una máscara gigante de gato, que te obliga a cruzar una pista de obstáculos (con verdaderas trampas mortales como electricidad o fuego) mientras asesinas a su ejército de botargas entrenadas para ganar puntos (obviamente narrado por comentaristas en vivo). Y ésta es una de las misiones menos locas.
Muchos juegos comienzan con algo sencillo y poco a poco de te llevan a misiones más complejas. Saints Row the Third comienza de forma espectacular y no baja de ahí. Cada misión se vuelve más y más épica. Un verdadero gusto para escapar de la realidad un rato.
Siendo una remasterización, la resolución se ha escalado hasta los estándares modernos del 4K; además de acompañarlo con texturas más detalladas. Sin embargo, los modelos 3D se notan muy viejos y no fueron actualizados debidamente. También los efectos de luz, aunque mejores que el original; se siente fuera de lugar en un título de esta década.
La música es variada (desde metal hasta reggaetón) y las estaciones de radio te entretienen entre destinos. Incluso las canciones que se usan para cada misión se mezclan perfectamente con la acción (“Power” de Kanye West queda como anillo al dedo en una en especial). Los efectos de sonido son estruendosos y satisfactorios.
Es cierto que a nivel técnico, Saints Row the Third se queda muy corto ante otras remasterizaciones. Pero el producto original fue tan divertido que aún con estos inconvenientes es un título altamente recomendado. Tal vez pierda algo de impresión si ya lo has jugado, pero sigue siendo tan satisfactorio como lo fue en su lanzamiento. Si eres nuevo, prepárate para toda la ridiculez y acción. No te vas a arrepentir.
Calificación 8.5
Por Rolando Vera
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