Xbox Series S, Reseña del caballo de Troya de Microsoft

El Xbox Series S abre el paradigma de una nueva gama de consolas

En generaciones pasadas, las opciones eran claras y simples: nueva consola con mejoras sobre la pasada. A lo mucho, sólo existían opciones de almacenamiento o ediciones especiales. Pero Microsoft cambió las reglas del juego con su nueva línea Xbox Series. Xbox Series X es parte de las categorías anteriores, presentando una máquina muy por encima del Xbox One X actual. La historia no terminó aquí, ya que también lanzaron Xbox Series S; cuya propuesta de valor no es tan clara o aparente. Afortunadamente, sí presenta mejoras contra sus antecesores; pero esta consola requiere un poco más de explicación.

  • Procesador: 8X Núcleos @ 3.6 GHz (3.4 GHz w/SMT) Custom Zen 2 CPU
  • GPU: 4 TFLOPS, 20 CUs @1.565 GHz
  • Almacenamiento: 512GB NVME SSD personalizado para Xbox Series S
  • Objetivo de desempeño: 1440P @ 60FPS, con soporte hasta 120FPS
  • Audio: Dolby Digital 5.1 / DTS 5.1 / Dolby TrueHD con Atmos / L-PCM up to 7.1
  • Puertos: HMDI 2.1, 3 USB 3.1
  • Wireless 802.11ac doble banda
  • Ethernet 802.3 10/100/1000+
  • Tamaño 6.5cm x 15.1cm x 27.5cm
  • Peso 1.92kg

Es posiblemente la Xbox más minimalista jamás concebida. Una pequeña caja blanca con un gigantesco ventilador superior oculto tras una rejilla plástica negra. Es más pequeña que la Xbox One S y es prácticamente del mismo tamaño de un cuaderno profesional. Pero dentro hay una variedad de nuevos componentes que la hacen una potente máquina. Esto se siente en su peso, pues aunque no es grande, sí es muy densa. Ya sea horizontal o vertical, ocupará un mínimo de espacio y no destacará demasiado. El hecho de no contar con un lector de discos la hace ver aún más monolítica. Simple y efectiva.

Microsoft no ha reinventado la rueda con ellos. Simplemente ha hecho una serie de cambios menores que se agradecen. La forma trasera del control es ligeramente diferente a su antecesor, haciendo que se sienta más esbelto. Sus costados vienen acompañado de una textura finamente rugosa que mejora su agarre. Los bumpers y gatillos se sienten con una mejor resistencia. Y finalmente incluye un botón que estuvo ausente toda la generación pasada con Xbox: el botón de Compartir. Ésta es la única adición que se siente un poco rara, ya que su posición está muy al centro y debajo. Esto dificulta su uso en medio de una partida caótica. Y la memoria muscular de presionar el botón central + X ó Y es difícil de controlar. Pero uno se acostumbra con el tiempo.

Aquí es donde debemos definir bien cuál es el alcance de esta consola. De ninguna forma es un reemplazo para los usuarios de Xbox One X actuales. Ellos están en un marco de referencia donde el 4K nativo es la norma. Xbox Series S puede mostrar 4K escalado, que significa que toma una imagen de menor resolución y utiliza software para crear una aproximación. Así pues, esto la aproxima más a la PlayStation 4 Pro de Sony, pero con mejoras en el apartado de cuadros por segundo (con soporte hasta 120 FPS) y tiempos de carga. Además, cuenta con alto rango dinámico (HDR) para colores y contrastes más realistas y tecnología de Ray Tracing, misma que da mayor realismo a los gráficos con superficies reflejantes y diferentes efectos de luz. Por último, es retrocompatible y te permite jugar juegos de todas las generaciones anteriores. Veamos cada una de estas características a detalle.

En el ámbito de las PC’s, los SSD’s han sido utilizados durante años y hoy son una opción comercialmente viable. Éstos mejoran en buena medida la transferencia y desempeño de los equipos. Al incluirlos en estas nuevas consolas, los tiempos de carga se han reducido. Esto podría no parecer una mejora dramática, hasta que regresas a jugar en una consola anterior. Ahí te das cuenta de que perdemos mucho tiempo esperando a que los juegos carguen, en que se reinicien niveles, en cambiar de un juego a otro. Todo esto queda atrás con el SSD. Y la tecnología Quick Resume te permite brinca de un juego a otro en unos segundos. Una vez que lo pruebas, no hay marcha atrás.

Tuvimos la oportunidad de probar un par de títulos con este conteo de cuadros y la sensación de difícil de describir, pero se sienten como mantequilla visual. Los movimientos de cámara son suaves y nunca pierdes detalle. En los juegos de disparos es más que evidente el beneficio pues estará más atento en medio de la acción. Es importante anotar que, para disfrutar de esta opción, necesitas una TV o monitor que soporte 120Hz.

Si recordamos los gráficos 3D de antaño, éstos nos pueden parecer falsos o “plásticos”. Esto se debe a que los materiales en la vida real reflejan la luz de forma diferente. Ventanas, madera, concreto, incluso nuestra misma piel; la luz rebota en ellos o es absorbida. La tecnología de trazado de rayos trata de reproducir todo esto sobre los modelos 3D que vemos para darle mayor realismo a los gráficos.

Ésta es completamente transparente: toda tu biblioteca actual correrá de la misma forma en Xbox Series S. Sólo juegos que requieran Kinect no serán compatibles en la nueva consola. Y no sólo los juegos, sino que también los accesorios actuales funcionan con la consola. Probamos juegos desde el Xbox original y pasando por 360. Sin ningún problema.

Aquí llegamos al talón de Aquiles de esta plataforma. Aunque el SSD es en efecto de 500GB, sólo poco más de 350 quedan libres por los archivos de sistema. Y a primera vista, no suena poco. Pero si contamos con que varios títulos actuales ya rebasan los 100GB; estamos en una encrucijada. Más cuando el almacenamiento externo tipo SSD cuesta prácticamente lo mismo que la consola entera. Sí, puedes almacenar juegos en un disco duro externo, pero sólo podrás correr desde ahí juegos de generaciones anteriores. Ningún juego optimizado para Xbox Series X/S corre fuera del almacenamiento interno o de las tarjetas de expansión. Y para hacerlo más doloroso, recordemos que esta consola no tiene lector de discos. Administrar tu almacenamiento se volverá un problema de inmediato.

¿Para quién es Xbox Series S? Es para los jugadores que se quedaron en el Xbox One o Xbox One S y no pudieron dar el salto a Xbox One X. Para ellos, el cambio será dramático en cuanto a desempeño. Pero quienes poseían la versión más poderosa de la generación pasada, encontrarán poco para hacer esta inversión (sí, hay mejoras, pero poco sustanciales). Ellos, estarán mejor servidos con el Xbox Series X. Y no olvidemos también al mercado casual que no tiene expectativas tan altas y sólo quiere jugar (y quienes disfrutarán ampliamente la oferta de Xbox Game Pass más que quienes compran cada estreno al momento). Microsoft no sólo ha aprendido de sus errores pasados, sino que está abriendo la puerta a mercados nuevos. Y eso es ganancia para todos los que disfrutamos de los videojuegos.

Por Rolando Vera

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