MotoGP 21: un excelente simulador de carreras que puede ser brutal para principiantes
Todo el realismo que los fanáticos buscan: licencias, equipos, vehículos, etc. pero con una presentación gráfica y sonora queda a deber frente a tanto detalle
La serie MotoGP ha llevado este deporte por años a las manos de fanáticos alrededor del mundo. En un ambiente dominado por carreras de autos, esta franquicia busca cada año ser la opción definitiva para los aficionados a los vehículos de 2 ruedas. MotoGP 21 presenta mejoras en sus sistemas de juego, todo el roster actualizado de equipos y conductores. Sin embargo, la presentación final queda algo corta comparada con sus contrapartes automovilísticas.
Opciones, licencias y realismo
Como cada año, encontrarás una multitud de opciones para mejorar tu moto y a todos los equipos y pilotos más recientes. Puedes tener campañas completas a través de sus 4 categorías (MotoGP, Moto 2 y Moto 2) con más de 40 pilotos (modernos y clásicos), además de toneladas de ajustes técnicos en el taller. Incluso cuenta con narradores reales que harán sus presentaciones antes de cada carrera.
Entre los elementos de juego que le aportan realismo a la simulación se encuentra el mantenimiento de tu motocicleta. Las llantas, frenos y hasta la cantidad de gasolina son la clave para obtener una ventaja o perder valiosísimo tiempo. Incluso existe una nueva opción donde, al caer, debes caminar con tu piloto hasta la moto (y no sólo aparecer mágicamente de vuelta en la pista).
Un verdadero reto
MotoGP es un maestro despiadado: si eres nuevo en la serie, olvídate de pasar al podio durante un largo rato. Esto es debido al nivel de realismo que se aplica al manejo de curvas y peso de la moto. Las más pequeñas variaciones pueden arruinar tu vuelta perfecta en una curva cerrada. Los aficionados más conocedores agradecerán el nivel de detalle que este tipo de control aporta, pero los principiantes tendrán que ir cuesta arriba con la dificultad. Aunque existen tutoriales que te llevan poco a poco a aprender las minucias de este deporte, realmente será una tarea difícil dominarlo de lleno.
Un choque de presentaciones
Los menús y elementos gráficos del título son de una excelente calidad, semejantes a lo que verías en cualquier canal de deportes de alto nivel. Letreros vibrantes, fotos de perfil de los pilotos excelentes, modelos 3D de las motos muy bien presentados, etc.
Pero toda esta belleza contrasta con lo poco que la serie avanza en nueva generación de consolas. Ya en la pista, los modelos se sientes un poco planos en su iluminación. Las pistas están bien representadas, pero podrían estar mejor trabajadas (y el público ni se diga). Tal vez en el calor de una apretada carrera no lo notes, pero cuando entres al modo Foto, las imperfecciones gráficas serán más visibles. También requiere de trabajo en los modelos físicos, ya que los choques entre motos o tus caídas fuera de la pista pueden presentar errores algo graciosos (como nuestro choque donde la moto giró 27 veces antes de estrellarse). Por último, el perfil sonoro es algo básico. Los motores de las motos son efectivamente ruidosos, pero se sienten como audio de poca calidad. Considerando que es lo que escucharás 80% del tiempo, esto podría haberse trabajado mucho mejor.
Para ser un título ya optimizado para la generación actual de consolas, nos queda a deber en lo que respecta a gráficos. Eso sí: los tiempos de carga son extremadamente rápidos, por lo que no perderás horas mirando pantallas de carga. (Probamos la versión de Xbox Series S).
Conclusión
Es una lástima que los seguidores de las carreras de motos cuenten con un número más reducido de opciones que sus contrapartes del automovilismo. MotoGP 21 ofrece absolutamente toda la experiencia realista y fiel a la temporada actual de este deporte (con más agregados en forma de DLC), pero se queda corto en convertirse en el título que lleve esta franquicia a una verdadera nueva generación. Si eres un veterano, estarás como en casa. Desgraciadamente, si eres novato tendrás un duro maestro para introducirte a esta saga.
Por Rolando Vera
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