El pozole y su impresionante origen del que pocos saben
El pozole es un platillo típico mexicano, y la preparación que le daban nuestros antepasados te dejará sorprendido
Estamos en el mes patrio, que además de celebrar la Independencia de México, también es conocido, o para algunos un pretexto más, para disfrutar de los platillos típicos de la gastronomía mexicana, y entre ellos se encuentra el famoso pozole.
Verde, blanco y rojo, un platillo de granos de maíz cacahuazintle sumamente delicioso pero, ¿te has preguntado cual es su verdadero origen?. En LOS40 te compartimos el origen prehispánico de este platillo, que lejos de sonar delicioso, resulta un tanto macabro.
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El nombre “pozole” es de origen náhuatl, y significa ‘espuma’, debido a su forma de preparación: los granos de maíz se precoce en una solución de agua con óxido de calcio durante dos horas, y cuando hierven se abren como flor, que les da una apariencia de espuma. Una vez listo, se agrega pollo o cerdo deshebrado, y se acompaña con lechuga, cebolla, orégano, limón, rábano, chile y tostadas.
Pozole de carne humana
La responsables de su creación fue la cultura mexica, y tenía un contexto ritual, pues era únicamente consumido por Moctezuma, tlatoani de los mexicas, y la carne que lo acompañaba era de los prisioneros sacrificados durante las ceremonias nahuas en honor a Xipe Tótec.
Según el Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, el pozole era preparado por las culturas prehispánicas de una manera muy peculiar: un guerrero debía capturaba a un enemigo de su mismo rango en el campo de batalla.
Una vez que regresaba triunfante, se le sacaba el corazón, y el cautivo era desollado y desmembrado para su consumo. El muslo derecho siempre iba al palacio del Huey Tlatoani, para expresar agradecimiento y respeto. El muslo izquierdo y ambos brazos eran propiedad del guerrero que había capturado a su enemigo en batalla.
En ese momento, “comer pozole” formaba parte de un ritual que el guerrero compartía entre su amplia familia, a pesar de no tener el dato exacto sobre cuando este “exclusivo pozole” pasó a la mesa de la población en general.
En el libro Sabor que Somos relata que en el año de 1530, luego de derrocar a los indígenas, Nuño Beltrán de Guzmán, conquistador de la Nueva Galicia, fue recibido con danzas y pozole mexicano en Tonalá, Jalisco, por Itzoapilli Tzapontzintli, en dónde, al ver la olla de pozole se descubrió que tenía rastros humanos completamente identificables.
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Desde ese momento, durante la época colonial, los españoles prohibieron los rituales a los dioses mexicas y se sustituyó la carne humana por la de cerdo, que en textura es similar.
Sin duda, el pozole encierra una historia prehispánica que refiere la forma mexica y guerrera de prepararlo, y en medio de una gran variedad de ingredientes, nunca hubiéramos imaginado que este rico platillo que muchos disfrutamos, podría tener un origen tan oscuro.