Sonic Colors Ultimate, un juego que ni el espacio puede detener
El puercoespín azul vuelve para iluminar cada rincón del firmamento
Sonic Colors Ultimate es una remasterización realizada por Blind Squirrel Entertainment y publicado por SEGA, el cual forma parte de la celebración de los 30 años de esta querida franquicia.
Una parte de la historia de los videojuegos sin lugar a duda se centra en el enfrentamiento directo entre Mario y Sonic, ambos representantes de las compañías más grandes de la industria en aquel entonces. El puercoespín azul llegó con la Sega Genesis, plataforma que hasta hoy sigue siendo recordada con cariño por sus usuarios alrededor del mundo.
Actualmente Sonic continúa buscando su propia identidad, con algunos lanzamientos que han tenido claroscuros en cuanto a la aceptación de su comunidad.
Una de las entregas que siguió haciendo eco de manera positiva hasta la fecha es Sonic Colors, un título que fue lanzado originalmente para la Wii en 2010 y que ahora recibió una actualización tanto para consolas de nueva generación como para PC.
El espacio, la última frontera
Un abatido Dr. Eggman decide construir en el espacio un enorme parque de diversiones, para externar su arrepentimiento ante sus cuestionables actos en el pasado.
A pesar de lucir como una buena obra, Sonic mantiene sus dudas por esta caritativa acción de uno de sus más grandes enemigos. En compañía de Tails, decide investigar qué es lo que realmente sucede en esta instalación.
Después de enfrentarse a los primeros robots que quieren poner alto a su travesía, se encuentra con unos diminutos seres alienígenas conocidos como Wisps, los cuales están siendo perseguidos por el Dr. Eggman para cumplir sus malévolos planes. Estos pequeños organismos, guardan un inmenso poder que permitirán a Sonic obtener distintos poderes, e incluso cambiarán su estructura física para explorar cada rincón de todos los mapas del juego.
Cada mundo está compuesto por diferentes niveles, al completarlos en su totalidad podremos enfrentarnos a su respectivo jefe final, el cual tiene habilidades especiales relacionadas al ambiente en el que nos encontramos y van desde localidades hechas de postres hasta una ciudad iluminada únicamente con neón.
El camino estará oculto hasta que estés listo
Este videojuego ofrece una interesante dinámica ambivalente entre el 2D y el 3D; si bien en los títulos clásicos de la franquicia nos acostumbramos a generar toda la acción desde un punto de vista horizontal, aquí recorreremos kilómetros de caminos en tercera persona. Este esquema de progresión parece invertir hasta cierto punto, la forma en la que estábamos acostumbrados a hacer frente a las fechorías del Dr. Eggman.
Hallamos entramados escenarios ataviados con distintos desafíos como diversos enemigos, trampas, puzles, etc., que detienen parcialmente nuestro avance. Además, disfrutamos de intensas secuencias de acción donde Sonic realmente hace gala de su impresionante velocidad, así como de otras habilidades secretas que nos encantaron.
Hay variedad de Wisps hasta para llevar, eso sí, todos y cada uno de ellos serán desbloqueados conforme avancemos por cada mundo en este juego. Su presencia es de vital importancia, ya que facilitan la entrada del jugador a zonas que en un primer plano parecían inaccesibles. Esta peculiaridad interesante, aumenta el grado de rejugabilidad por cada nivel y concede nuevas opciones de culminarlos, al igual que en títulos anteriores, pero con un toque más moderno.
Los Wisps, solo por mencionar algunos, pueden convertir a Sonic en una especie de nave supersónica que puede recorrer una porción del mapa en segundos, volverlo una esfera con picos para trepar por paredes y techos a una velocidad considerable o transformarlo en un taladro para obtener las bonificaciones ocultas en el suelo.
Todas las habilidades especiales y movimientos base de Sonic nos ayudarán a conseguir anillos dorados, anillos con estrella roja y las monedas del parque para mejorar nuestra puntuación final. Este récord se tabulará para obtener algunas recompensas especiales.
Asimismo, seremos capaces de hacer frente al temible Metal Sonic en las rondas denominadas Rival Rush, estas se encontrarán disponibles cuando obtengamos la mitad de los anillos con estrella roja de cada mundo.
Se mantienen los puntos de control en caso de caer o perder la vida, incluso cuando nos quedemos sin anillos; al obtener los íconos de Tails, él personalmente nos llevará al sitio donde perdimos la última vez.
En la Egg Shuttle visitaremos todos los niveles de manera continua, evitándonos la necesidad de salir al menú y seleccionarlos de manera manual. Además, registra los cronómetros y puntuaciones que lleguemos a lograr durante dicha partida.
Si deseas poner a prueba tus habilidades solo o en multijugador puedes acceder a Game Land, un simulador virtual que ofrece interesantes niveles y configuraciones para sacar el mayor provecho a cada encuentro.
La personalización concede modificar el color de los guantes, botas, destellos y más de Sonic, algunos de ellos podrás canjearlos con las monedas del parque, las cuales permanecen ocultas en cada nivel.
El universo tiene ritmo y quizás baila
Consideramos que la curva de aprendizaje es amigable, en alrededor de 3 a 5 niveles el jugador ya es capaz de conquistar el poder de Sonic y los Wisps. Al igual que sus antecesores, designa un movimiento en específico para cada botón.
La mejora gráfica es sorprendente en diversos niveles, incrementando los detalles, ofreciendo colores más vivos, así como un frenesí de explosiones y velocidad inmejorable; a pesar de ello percibimos que las cinemáticas pierden un poco de resolución presentando de tal manera, una experiencia un tanto inconsistente.
En cuanto a la musicalización, no podíamos pedir más, puesto que endulza el oído del jugador con una combinación de temas clásicos del título del 2010 así como de otros remixes hechos especialmente para esta entrega. A nuestro parecer, llega a escalar a una experiencia estilo future funk ante la colorida iluminación de cada mundo y los llamativos movimientos de Sonic.
Conclusión
Sonic Colors Ultimate evidencia una mejora de la dinámica de juego que títulos previos no habían ofrecido a los fanáticos de esta franquicia.
Destacamos la importancia de desplazarnos por todos los niveles con dos ángulos de visión completamente opuestos, que, sin los Wisps, seguro se sentiría como una experiencia incompleta. El clásico valor de rejugabilidad, aumenta su importancia gracias a estos seres extraterrestres, multiplicando la creatividad para recorrer cada mundo.
La mejoría en la definición de los escenarios y personajes es agradable a la vista, brindando esa inconfundible experiencia Sonic que muchos añoramos en tiempos pasados.
El apartado musical se sostiene por sí mismo y brilla ante el balance de los temas elegidos para cada partida.
Sin embargo, conjeturamos que no cambia por completo lo visto en su antecesor de 2010, incluso al añadir el modo Rival Rush, y deambula con la caída gráfica en las cinemáticas.
Pese a ello, podemos decir que este es el título ideal para quienes desean conocer una faceta mucho más moderna del puercoespín azul sin mucho embrollo.
Por César Olmedo @medicenolmedo en Xbox One X
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