Metroid Dread, un final de la saga que pudo ser mejor
Un buen juego que cumple con su misión
Metroid Dread de Nintendo Switch no es perfecto. Es un juego divertido que tiene un buen nivel de reto y que presenta muchos de los elementos que hicieron tan popular a la franquicia. Tiene momentos emotivos para los fans de la serie, pero no es todo lo que un fan pudo esperar, es importante señalar esto porque hay quienes creen lo ven así, pero antes de llegar ahí, vamos a ver qué es lo bueno y malo de esta entrega.
El último de su clase
Honestamente, los juegos de Metroid nunca se han caracterizado por tener una gran trama, de hecho, lo que tanto adoramos de esta serie no es otra cosa más que el pretexto para que dé inicio el juego, ya sea que Samus persiga a unos piratas espaciales o reciba una llamada de auxilio, normalmente ha sido poca información la que ha bastado para vivir una gran aventura.
En este caso es igual, Samus parece recibir información de la existencia de un parásito que se suponía debía estar extinto y que representa un grave peligro para la galaxia, así que, después de que la Federación Galáctica decidiera enviar a unos robots llamados E.M.M.I a investigar y fracasaran, no les queda otra más que buscar a la protagonista para que se haga cargo.
Llegando al planeta ZDR, donde se supone que están estos parásitos, Samus cae en una trampa puesta por lo que inicialmente parece ser un guerrero Chozo que, convenientemente le quita todos sus poderes y la deja casi muerta en lo más recóndito de este planeta, solo para tener que encontrar el camino de regreso a su nave y escapar a salvo.
Otra vez, no es que la serie se caracterice por sus profundos diálogos e increíbles guiones, de hecho, para los que gustamos de la serie, cualquier motivo es bueno para que nos den otra aventura, pero al tratarse del último juego de la serie, hubiera sido bueno que le pusieran más elementos al argumento. No es que sea malo, pero es un tanto predecible y llega un momento en el que se nota que no supieron cómo ir hacia adelante, así que mejor buscaron cómo rellenar los huecos con las historias pasadas.
El fantasma de Metroids pasados
Todos los elementos por los que amas jugar Metroid están aquí: El sistema de combate es ágil y te resulta muy familiar, la exploración es parte fundamental de la experiencia y es lo que lo hace tan divertido; debes recolectar items (y si eres hardcore, buscarás obtenerlos todos antes de acabar el juego), las peleas con los jefes son emocionantes, tiene un excelente nivel de dificultad y las escenas cinemáticas ayudan a inyectarle más drama.
Si la reseña terminara aquí, te llevarías la impresión de que es un Metroid Dread es una obra maestra, pero en realidad, al traer la misma fórmula del pasado al presente, no solo arrastraron lo bueno, sino también parte de lo malo.
Es ridículo que recurran a la vieja fórmula de “te quitaron todos tus poderes y los tienes que volver a recuperar” una vez más, pero con un poco de creatividad pudieron mejorar el arsenal existente y de hecho, a lo largo del juego verás cosas nuevas que son muy atractivas y que son necesarias para librar nuevos tipos de bloqueos. Sobre estos, los vas a encontrar durante todo el juego, y de hecho hicieron bien el diseño de niveles y los puzzles que tienes que resolver constantemente; más allá del tema gráfico, que no es nada del otro mundo, está la creatividad y paciencia para crear un intrincado mundo interconectado que te lleva de un lado a otro constantemente para poder avanzar, esto sin tomar en cuenta el tiempo adicional que le tendrás dedicar a la exploración para poder encontrar cosas esenciales como tanques de energía o misiles adicionales.
Aunque en lo general la exploración es satisfactoria, los famosos E.M.M.I. estos robots enviados por la Federación Galáctica que se han revelado, resultan más un dolor de cabeza que un elemento que le ayude al juego. Al principio puedes pensar que son como Mr. X o Nemesis de la serie Resident Evil, persiguiéndote por todos lados y haciéndote la vida miserable. La verdad es que si te complican todo pero a ratos. Cada una de las áreas del juego tiene una zona E.M.M.I. que es donde te vas a encontrar con estos robots, ellos no pueden salir de aquí y obviamente, tendrás que estar entrando y saliendo de ellas constantemente para llegar a tu siguiente objetivo.
El tema es, después del tercer E.M.M.I. se vuelve repetitivo y frustrante. Sabes que te están esperando, sabes que vas a morir en repetidas ocasiones y a veces ni siquiera tendrás cerca un lugar para guardar tu progreso, por lo que no te quedará otra opción más que seguir jugando hasta poder encontrar la salida. Para un jugador casual esto puede llegar a ser bastante irritante y rompe con el ritmo de la exploración, mucho más que los puzzles inherentes a los niveles.
Afortunadamente el mapa es amigable, de hecho, hasta ayuda a encontrar algunos de los ítems secretos. Si bien retiene la esencia de la franquicia, el nuevo mapa te ayuda a identificar algunos elementos extra en cada nivel, incluyendo algunos importantes que ya hayas tomado.
Un factor que hace al juego diferente es el parry o contraataque. Se trata de un golpe que al ser ejecutado, en el momento preciso, puede noquear enemigos suficiente tiempo para que los destruyas de un disparo y como premio, recibas más energía o municiones. Aunque no es indispensable para vencer a los enemigos, si aprendes a dominarlo hará tu vida más fácil, particularmente con los jefes que pueden llegar a hacer mucho daño de un solo golpe.
Tus Joy-Con van a sufrir
Aunque en lo general el combate no es demasiado demandante, hay algunas peleas con ciertos jefes que te obligan a moverte y pensar rápido para poder vencerlos, si tus controles ya presentan drifting no vas a poder jugar.
La extinción de una especie
El argumento en general es un poco agridulce y hace que te quedes con ganas de algo más, si bien, es bonito que retomen algunos elementos de la serie para llegar a una conclusión, el juego se merece más de lo que presentaron, por todo ese trasfondo que hace a la saga y a su protagonista algo único.
Metroid es una de las franquicias más populares en el mundo de los videojuegos por varias razones. Fue una de las primeras en presentar a una mujer como su protagonista, el mapa de navegación eventualmente se convirtió en un estándar para muchos otros títulos (Metroidvania), nos acostumbramos a los finales secretos, nos enseñó que algunas reglas pueden romperse y que para alcanzar tus metas necesitas ser creativo. Esta entrega que marca el último episodio con las criaturas Metroid (la franquicia seguirá adelante con otros enemigos en el futuro) tuvo que haber sido igual de especial que las anteriores, ofreciendo innovaciones al por mayor que guíen el trabajo de los juegos futuros de la serie, y de la industria en general.
Metroid Dread no logra nada de eso, por el contrario, se queda en su zona de confort como un bueno juego 2D que logra su cometido de hacer que pases un buen rato, incluso a veces hasta emocionarte cuando peleas con los jefes, pero no es un trabajo trascendente, no es el juego que muchos dicen que es.
Conclusión
Metroid Dread es un buen juego, no es el mejor título 2D que existe y ciertamente tampoco es el mejor de la serie, pero cumple con su misión, sin embargo, es triste saber que hayan preferido entregar un producto solo por el compromiso de hacerlo, y no porque por genuinamente tuvo las ganas de hacer algo épico y memorable, digno de un cierre de una de las principales sagas de esta industria.
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