Sifu: el largo camino de la venganza
Un gran título de acción que mezcla de forma correcta una historia sencilla, pero con un combate complejo y un gameplay estratégico
Aventurarse, morir y repetir es algo que está más que aprendido para aquellos que desde hace años jugamos videojuegos. No hay juego en donde no aprendamos de nuestros errores para tal vez después de unos minutos, horas o días no queramos regresar a vencer y sentir esa satisfacción de que hemos vencido un obstáculo. Sifu es un videojuego que toma esta filosofía y que al mismo tiempo, busca ser un tributo a todo un género de películas de acción. Con un combate que busca la concentración del jugador, una narrativa de venganza sencilla pero cautivadora y un estilo visual bien aprovechado, tenemos un título que destaca en este 2022.
Argumento
Sifu se trata de un título beat em up que toma elementos del cine de acción asiático con un giro muy particular. La historia está llena de venganza, con una de las secuencias iniciales más prometedoras de los últimos años. Nuestra historia comienza con el ataque de los 5 antiguos discípulos del padre del protagonista, un maestro de kung fu que es asesinando tras un brutal ataque a su escuela. Nuestro personaje (el cual puede ser hombre o mujer) es testigo de este barbárico acto, sobreviviendo para entrenar y jurar vengarse ante aquellas personas que le arrebataron la vida a su padre. No es un argumento que venga a darle un giro ni al género, ni a la industria, pero demuestra que mantener las cosas sencillas pero bien ejecutadas, rinde frutos.
Gameplay
Lo que separa a Sifu de los demás beat em ups es la forma en la que el juego progresa. Mientras que en otros títulos nuestro personaje muere y reaparece una y otra vez sin un cambio en particular, nuestro protagonista irá aumentando años a su edad cada vez que caiga en combate. Al principio es uno o dos años, pero estos números se van acumulando hasta que llegas a la década. Si bien la frase los años pesan, Sifu se lo toma muy en serio. Cada década que nuestro personaje reaparezca, se vuelva más fuerte por la experiencia que ha obtenido en el camino, pero hace que su barra de energía se reduzca como un indicador de la fragilidad que su cuerpo tiene tras cada década que avanza. Un detalle en particular es que al llegar a los 70 años, la vida de nuestro protagonista se termina. El verdadero Game Over nos llega por la edad que por otra cosa. Sin embargo, el juego nos deja en el último nivel donde nos quedamos con la edad mínima a la que llegamos.
Esto puede sonar bastante complicado, pero es donde el título llega a relucir. Sifu busca del jugador una alta rejugabilidad, no por ser difícil, sino por permitirle aprender y mejorar. Esto lo logra con varias mecánicas que en conjunto, y entendiendolas, hacen de la progresión del juego una experiencia mucho más llamativa. Como bien mencioné, el jugador avanza de nivel con su mejor edad, así que si el primer escenario lo terminaste con 50 años y el segundo nivel ya te cuesta trabajo, puedes volver a jugar el primer nivel para intentar acabarlo siendo más jóven. Además de tener un mayor dominio sobre el control, Sifu añade elementos en los niveles que hacen que rutas que en un momento fueron inaccesibles, ahora estén libres y “tomes un atajo” evitando peleas y las posibilidades de caer durante algún enfrentamiento.
En cuanto al combate, Sifu es de esos títulos que cuentan con mecánicas sencillas, pero que su verdadero arte es dominarlas. Como buen juego con elementos de artes marciales, los combos de ataques pesados y ligeros se combinan para realizar combos efectivos. Por otro lado, se suma un botón para esquivar ataques y otro para bloquear. También tendrás la opción de utilizar un ataque especial para desequilibrar a tus oponentes y conectar más golpes, o simplemente aturdirlos cuando la situación se vaya poniendo complicada.
A esto hay que sumar otros detalles, como la barra de nuestro personaje para mantener la guardia y la resistencia. Si alguna de estas se ve afectada, los golpes de los enemigos conectarán de forma más directa y nos reducirán más nuestra barra de energía. Hay que ser cuidadosos y saber cuàndo y cómo moverte. Sifu tiene ese grado de dificultad, en el que tienes que entender que no es nada más apretar los botones a lo loco. Es cuando vas comprendiendo la “danza” que hay entre los ataques, moverse e incluso tomar elementos del escenario para atacar -como botellas, palos, bats entre otras armas- cuando el juego llega a relucir.
Junto a esto, hay que tomar en cuenta los puntos de experiencia que vas obteniendo en el camino. Esta es otra de las partes complicadas de explicar, pero el juego va ofreciendo puntos de experiencia con las que puedes ir desbloqueando algunos movimientos extras en el camino. Sin embargo, cuando llegas a caer en combate estos desaparecen, por lo que en un principio no suena com algo tan llamativo. Pero si llegas a superar todo el nivel, estas se vuelven permanentes, por lo que hay cierto intercambio que vale la pena notar.
En cuanto a los enemigos, nuestro camino a la venganza nos pondrá ante una variedad de peleadores que van desde los más sencillos de vencer a enemigos que requieren de técnicas especiales. En solitario, son fáciles de vencer, pero mientras más se acumulen, la situación se pondrá complicada. No está mal huir si te hacen montón. En cuanto a los jefes, son verdaderamente máquinas letales que merecen ser tomadas con calma. Son verdaderamente mortíferos y si no tienes cuidado, pueden acelerar tu edad antes de que te des cuenta.
Visuales
Visualmente, Sifu es una excelente combinación de gráficos cel-shade con grandes efectos de luz. Aunque no es un juego que destaque por gráficos ultra realistas, la decisión del estilo visual fue bien tomada para enfocarse en un combate que necesita ser sumamente fluido. En ese sentido, el frame rate siempre se mantiene estable, haciendo que la acción nunca se sienta cortada.
Si bien el combate es uno de los grandes elementos, los escenarios se prestan para seguir contando un historia a través de sus ángulos. Tan solo en el primer nivel, los encuadres de cámara que toma Sifu nos presentan espacios verdaderamente llamativos. En un momento, el juego toma un ángulo como si fuera un side-scroller, haciendo que la pelea en un pasillo tome otro nivel de tensión y fluidez mientras que los enemigos van apareciendo. Sin embargo, y como llega a suceder con este tipo de juegos, la cámara se coloca en ángulos que nos llega a tapar la visión, haciendo que el ataque de enemigos que ni siquiera sabíamos que estaban en nuestra área sean una verdadera sorpresa.
A esto, hay que sumarle el impresionante modo fotografía. Con este, detenemos el tiempo y podemos capturar breves momentos de la acción del juego desde distintos ángulos. A lo mejor la acción tan trepidante que hay en cada enfrentamiento hace complicado que estemos deteniendo la acción en algunos momentos, pero vaya que algunos momentos valen la pena capturarlos de este modo.
Sonido
El aspecto sonoro del juego es también de destacar. La banda sonora es una gran mezcla de sonidos clásicos con electrónica que en conjunto hacen que la música que nos acompañe en el juego nos ponga al ritmo de la acción. Cada escenario tiene sus piezas musicales que las acompañan de gran manera y que nos adentran en la acción. Por otro lado, los efectos de sonido en armas, golpes y demás detalles ambientales están bien ejecutados.
Conclusión
Sifu es un gran título de acción que mezcla de forma correcta una historia que es sencilla, pero con un combate complejo y un gameplay estratégico. La propuesta independiente de Sloclap es una que debe de ser recordada a lo largo del año, que al ser modesta, presenta un juego que nos hace regresar y descubrir sus secretos. Para los que son fan del cine de artes marciales, esta es una carta de amor que no se pueden perder.
Por Gabriel Huerta
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