The King of Fighters XV: Jugabilidad clásica con presentación arcaica
La franquicia mantiene parte de su legado en una jugabilidad rápida y llena de combos, pero sus gráficos y modos de juego pertenecen a décadas pasadas
El torneo de The King of Fighters ha estado en el mundo de los videojuegos desde la década de los 90's. Su mecánica más innovadora en su lanzamiento fue su sistema de peleas de equipos 3 vs. 3. Conforme la franquicia de SNK evolucionó, se introdujeron combos kilométricos, la capacidad de combinar los personajes que quisieras y muchas otras mecánicas. Este año, la reverenciada serie regresa con la promesa de actualizarla a los estándares de hoy en día. Pero ¿realmente cumple su promesa? Veamos dónde queda parado The King of Fighters XV
El mundo peligra de nuevo
A pesar de que existe un gran lore detrás de esta serie, la realidad es que sus historias siempre se han basado en una misma premisa: un enemigo poderoso se aprovecha del torneo para liberar el caos y la destrucción en la humanidad. Está edición no es la excepción con un ser sobrenatural llamado Re Verse. Los dos protagonistas Isla y Shun'ei, poseen poderes parecidos al villano anterior (Verse). Todo esto no es más que una excusa para tener una gran amenaza corriendo en paralelo con el afamado torneo de golpes.
Este es uno de los elementos donde la serie se queda por detrás de otros títulos del género. En este rubro, Mortal Kombat ha cambiado por completo la forma de contar una historia en los juegos de pelea; generando una enorme narrativa que involucra a todos los personajes luchando entre sí. Pero KoF XV se queda en la estructura clásica, donde simplemente vas a una pelea tras otra (con los mismos personajes todo el tiempo) hasta llegar al jefe final. Aunque nadie espera que un juego de peleas gané un premio Pulitzer, la metodología antigua de "la serie de peleas hasta el jefe final" se siente ya demasiado gastada y contrasta demasiado con el buen trabajo que otros han hecho.
Muéstrame tus poderes
A pesar de su historia genérica y nada excepcional, donde realmente se encuentra el núcleo de esta serie es en la rapidez de su jugabilidad y la gran variedad de personajes a los que puedes acceder. Tenemos un roster de 39 peleadores, más otros 13 en camino a través de contenido descargable. Los estilos y movimientos de cada uno varían lo suficiente para realmente hacerlos sentir únicos. Puedes aprovechar la estructura de los equipos preestablecidos o generar tu propia tercia letal de peleadores.
Las peleas son rápidas y requieren de mucha concentración. Una vez que dejas una apertura a tu oponente, este puede castigarte con una serie de combinaciones que pueden inmovilizarte por un buen rato. Existe un sistema de auto combo donde, en vez de memorizar complicadas combinaciones, simplemente combinas golpe bajo en una cadena de tres; para rematar con cualquiera de los 4 botones y obtener un movimiento final personalizado. Algunos jugadores consideran esta mecánica injusta, pero realmente ayuda a los menos experimentados a poder dar pelea a los veteranos y mantener el ritmo de juego un poco más equilibrado.
Desgraciadamente, la inteligencia artificial de la computadora no es tan fina como pelear contra otro contrincante humano. El juego en su dificultad estándar es demasiado sencillo y lo acabarás en cuestión de minutos. Pero aun subiendo la dificultad, no es una experiencia tan enriquecedora como el juego en línea o local contra tus amigos.
Otro aspecto donde se queda corto a los estándares modernos es el modo de entrenamiento. Sí, es cierto que te muestra todas las opciones disponibles, pero lo hace de una forma tediosa llena de menús que interrumpen el flujo de la acción. Si tiene suficiente paciencia, encontrarás un gran arsenal de trucos para dominar a tus oponentes. Pero si eres algo desesperado, tal vez te falten herramientas en tus combates.
Hablando del juego en línea, la interfaz para encontrar oponentes no es amigable. Tendrás que navegar por un montón de menús para tener todo listo antes de cada pelea. Tuvimos algunas dificultades para encontrar oponentes, pero una vez conectados, las peleas no tuvieron ningún tipo de retraso ni desconexiones. Gracias a la estabilidad una vez establecida la conexión, es posible pelear durante horas disfrutando de la rapidez que la jugabilidad de este título ofrece.
No es una cara bonita
Una de las mayores quejas del juego anterior, es que sus gráficos estaban por debajo de sus competidores en esa época. Para aminorar este problema la compañía decidió utilizar el motor gráfico Unreal 4. Pero a pesar de que este motor (que es parte de muchos títulos modernos) ofrece una gran cantidad de herramientas para gráficos de alta calidad, no encontramos una mejoría sustancial contra su predecesor. Y no solo a nivel técnico, sino que artísticamente, el juego no encuentra un punto medio entre el realismo fotográfico de títulos como Mortal Kombat o el estilo anime exagerado y estilizado de Street Fighter. Es cierto que los personajes se ven mejor que nunca, pero también lo es que no están a la par de sus rivales actuales.
La PC en la que lo probamos cuenta con las siguientes características:
- Procesador: Intel Core i5-12600K
- Enfriamiento líquido: Asus ROG Strix LC 240 RGB
- Motherboard: Asus ROG Strix Z690-F GAMING WIFI
- Memoria RAM: 16 GB Kingston FURY Beast Black DDR5
- Tarjeta gráfica: NVIDIA GeForce RTX 3070
La banda sonora del juego es igual de despareja: con un rango de temas que rayan en el heavy metal genérico o que pasan a tonadas completamente desapercibidas. El cambio entre una pantalla y otra es muy aparente, y se siente que no tiene ni pies ni cabeza.
Conclusión
A pesar de lo mucho que queda a deber en el aspecto técnico, es innegable que las peleas son sumamente entretenidas cuando encuentras a rivales humanos en línea o localmente. Ojalá su oferta para un jugador fuese más robusta. Pero un juego de pelea siempre estuvo pensado para buscar contrincantes, por lo que King of Fighters XV puede ofrecerte un muy buen rato si tienes la compañía correcta. Esperemos que la compañía aprenda de sus errores y nos traiga pronto una entrega más a la altura de la competencia.
Por Rolando Vera
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