The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, el juego que Nintendo jamás olvidará
Para bien y para mal este título ha marcado un parteaguas
La idea de este texto no es que sea una reseña más de las miles que ya rondan el internet sobre The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom. Porque si lo fuera sería un análisis tardío y con un resultado que ya es obvio para millones, al menos ya más de 10 millones según es las cifras oficiales, de jugadores alrededor del mundo, que a una semana de su lanzamiento han llegado a la misma conclusión: The Legend of Zelda: ToK es un juegazo, no solo es el mejor juego que la Nintendo Switch tendrá en toda su historia, se trata de uno de los juegos más icónicos de su generación.
Sobra entonces decir que en efecto TLOZ: TOK es todo lo bueno que tiene The Legend of Zelda: Breath of the Wild, pero incrementado a la décima potencia: mejor historia, modo de interacción con los ítems, un mundo abierto más completo con al menos dos mapas y medios inmensos a explorar, así como un sistema de sandbox de construcción digno de competir contra pares como Minecraft y Roblox.
Está de más decir también y reconocer que quizá el mayor pecado de The Legend of Zelda ToK es que es un juego para Switch, una consola ya vieja a estas alturas, que si bien fue innovadora en su momento, hoy juega más como una limitante a lo que podría ser una increíble experiencia de juego. En donde si bien los gráficos no son, ni serán el tema central de un juego para Switch, el solo hecho de pensar que si la consola de Nintendo fuera un tanto más poderosa, podría explorar esta joya de la industria del entretenimiento a más de 30 cuadros por segundo y una resolución superior a 720p para quienes juegan en modo portátil.
Sin duda si es de reconocer, que, pese a todo, el Switch es capaz de correr el juego casi sin tiempos de carga, incluso cuando cambias entre mapas como las Islas del Cielo, Hyrule o Los Abismos. Y que pese a lo mucho que nos podamos quejar de Nintendo, la empresa y el desarrollador, hicieron lo impensable para un lanzamiento de este tamaño: lanzar un juego sin bugs, errores, ni crasheos. Algo que otras empresas debería tomar en cuenta para sus siguientes lanzamientos.
El fenómeno TOK
De lo que realmente vale la pena hablar, es el impacto cultural que ya tiene y que sin duda tendrá durante muchos años o incluso décadas, entre la comunidad hardcore y casuales.
Un impacto que Nintendo nunca olvidará y que posiblemente a momentos se cuestionará, es si fue la decisión correcta entregarle una libertad a los jugadores, nunca antes vista para un juego desarrollado por la empresa y que además se trata de una sus propiedades intelectuales más importantes y valiosas a nivel global.
A una semana de su lanzamiento, The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom ha tomado por completo la creación de contenido en plataformas como YouTube o TikTok.
Para que se den un simple idea del volumen de videos, en YouTube al momento de escribir este texto, el #Zelda es utilizado en más de 297,000 videos en 44,000 canales y en plataformas como TikTok, que mide views no uso, el hashtag #Zelda acumula más de 4,700 millones de vistas y #ZeldaTOK ya supera las 172 millones de visualizaciones.
Claro se trata de contenido que va desde reseñas, Tips, hacks, secretos, gameplays, en vivos, hasta un tipo de contenido que quizá Nintendo no esperaba, pero que era inevitable en un sandbox tan bien creado como ToK.
Los jugadores han encontrado en el universo de Hyrule, la oportunidad de crear aviones de guerra, tanques y mecas robotizados para bombardear o arrasar por completo con bases enteras de Bokoblin y otros enemigos, haciendo referencias en sus videos a movimientos armados, guerras como la de Vietnam o el bombardeo a Hiroshima.
Han creado una tendencia en donde suben videos, recreando actos o crímenes de guerra en el juego en contra de los Koroks o algunos aldeanos de Hyrule o simplemente han utilizado su imaginación para construir figuras humanoides, cuyas contracciones reaccionan de una manera similar a la del miembro reproductor masculino.
Es contenido que uno jamás se hubiera imaginado, sobre todo viniendo de un videojuego desarrollado por una firma como Nintendo. Ese cambio tan radical, es algo que probablemente los nipones ya no podrá dar marcha atrás, porque de ahora en adelante los jugadores de sus populares franquicias constantemente se preguntarán cómo sería jugar un Mario Bros, un Metroid o un Pokemon, en donde gran parte de las reglas del juego y de los límites de esos universos digitales estuvieran en manos de los jugadores.
Pero no se trata de satanizar esa libertad que Nintendo nos ha dado con The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom. En gran parte, porque es reflejo de esta curiosidad del jugador por conocer, hasta dónde puede llevar el juego y que, si bien el mensaje no siempre puede ser el más correcto, ético o pudoroso, siempre está lleno de una enorme creatividad, inventiva y capacidad de asombro que te hace decir una y otra vez: “no tenía idea de que eso era posible”.
Conclusión
Es evidente que tanto para la comunidad de fans y jugadores, como para las arcas millonarias de la empresa The Legend of Zelda: ToK ha sido un éxito rotundo, pero el título es más que eso, no solo es una pieza de software bien hecha, bien desarrollada y bien ejecutada, se trata de un título que marcará la vida de millones de jugadores alrededor del mundo, que será un fenómeno social del cual hablaremos o recordaremos constantemente y de una muestra clara del porqué los videojuegos son y serán el formato de entretenimiento más importante del siglo XXI.
Por: Carlos Fernández de Lara
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