Dragon Quest Builders II, Reseña
Un juego lleno de carisma que tiene lo suficiente para separarse del montón.
“¡Es sólo una copia de Minecraft!” Eso es lo que he oído repetidamente sobre Dragon Quest Builders II. Y sería fácil caer en esa opinión sin darle una oportunidad. En mi caso, he jugado mucho Minecraft y desde que mi hijo se volvió fan del título de los bloques, he jugado (y comprado al doble) 10 versiones diferentes del juego. Y con esos 8 años de experiencia, puedo decirles sin lugar a duda que esta entrega remedia los pecados que hicieron a mucha gente dejar el juego del minero. Vayamos por partes.
El principal concepto que Dragon Quest Builders agrega a este tipo de títulos es su historia. Sí, hay un Minecraft: Story Mode; pero ése no cuenta. Aquí, nuestro héroe es un constructor que ha sido capturador por los Hermanos de Hargon: una secta de villanos que tratan de vengar a su señor Hargon que fue derrotado por los humanos. Este grupo radical se dedica por completo a la destrucción y detesta todo lo que tenga que ver con construir. Pero aunque suene algo serio, la historia es completamente bromista y llena de humor. Cada monstruo y aldeano tiene su particular modo de hablar, lo que los vuelve personajes llenos de personalidad. Aunque el juego se lleva a cabo sin voces y con muchísimo texto, nunca es aburrido leer las peripecias de todos los que te rodean. Más de una vez me hizo carcajearme de risa en lugares públicos (jugué la versión de Switch).
Los diseños del legendario Akira Toriyama saltan a la vista con cada personaje. El creador de Dragon Ball y Dr. Slump llena de pequeños detalles a cada uno de los seres que habitan el mundo de Dragon Quest. Sí, los gráficos nos son portentos tecnológicos de nuestra era; pero todo el mundo se siente vivo y congruente de pies a cabeza. Es un verdadero deleite ver a todos los pequeños personajes poblar tu pantalla y vivir su día a día lleno de aventuras.
Como decía al principio de esta reseña, Builders II alivia muchos de los problemas que alejaban a la gente de Minecraft. El primero es que daba demasiada libertad a los jugadores, tanta que muchas veces ya no sabían que hacer para mantenerse entretenido. La historia y misiones de este título te mantienen ocupado constantemente sin llegar a sentir abrumado o aburrido. Aquí no tienes que preocuparte por qué tipo de herramienta usar o si éstas se romperán. Tampoco tienes que estar al pendiente a cada segundo de tus pequeños poblados, ya sus aldeanos se dedicarán a cosechar y crear recursos recurrentes para tu aventura. Y si la creación libre no es lo tuyo, el juego te da pequeños mapas de armado para que sigas las instrucciones y termines tu obra maestra cual manual de Lego. También, personajes secundarios te ayudarán a pelear, encontrar items relevantes y mejorar el terreno a tu alrededor.
Por último, he leído que muchos se quejan de la simpleza del combate (simplemente se usa un botón). Pero a comparación del juego de los mineros, aquí sientes que tu personaje es hábil y puede luchar con mayor destreza. Además que la mejora de armas ayuda a sentir una progresión de tus habilidades. Incluso hay pequeñas “invasiones” a tus construcciones que deberás impedir con la ayuda de tus pobladores y hasta batallas contra monstruos gigantes y difíciles de vencer.
Dragon Quest Builders II va a robarte horas y horas de tu tiempo libre, creando y mejorando tus construcciones en el mundo de Dragon Quest. Te hará que te importen tus aldeanos y amigos, mientras descubres ahora qué loca idea tienen para hacer de la aldea un lugar más próspero. Todo esto aderezado con una divertida historia, diálogos chuscos y una dirección de arte maravillosa. Este juego es un tesoro de diversión para todas las edades, donde tus pequeños y tú poco a poco irán creando cada vez más mientras se divierten por un largo rato.
Calificación: 9
Por: Rolando Vera
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