Final Fantasy VII Remake, Reseña
Una obra que profundiza más en los personajes de hace 23 años
Final Fantasy VII fue un parteaguas en cuanto a videojuegos de rol se refiere, tanto por el avance tecnológico como por la narrativa. A partir de este, Square-Enix (antes Squaresoft) trató de llevar al límite los avances visuales y gameplay en cada una de las entregas. Ahora con Final Fantasy VII Remake se abre una caja de pandora que sin duda puede o no gustar a los seguidores y a los nuevos jugadores.
Para los que no conocen el argumento del Final Fantasy VII original, esta entrega puede ser un buen punto de inicio, ya que profundiza más en las razones de los rebeldes de Avalanche y en las relaciones entre Tifa, Barret, Aerith, Cloud e incluso en personajes como Jessie. La línea del tiempo es desarrollada en Migdar, una ciudad controlada por la compañía Shinra Electric Power y sus ambiciones por el control de Mako (energía que proviene del centro de la tierra), así como la búsqueda de la tierra prometida por medio de los antiguos, una raza de seres que provienen del principio de los tiempos. Dentro de todo esto aparecerá Sephiroth, un villano que busca hacerse de todo el poder para destruir a los humanos y crear una nueva suerte de “tierra prometida”.
Tratar de contar la esencia de FFVII es prácticamente imposible, pero a grosso modo es esto. Para los conocedores del título original, esta versión remozada solo contiene lo que correspondía al primer disco, pero con cambios que se agradecen, sorprenden y son espectaculares, mismos que conectan con lo que serán las futuras entregas.
Definitivamente sí, el nivel de detalle en la historia principal y las submisiones, dan para más de 40 horas, por ejemplo, nosotros hicimos prácticamente todas, llegando a nivel 36 con las armas evolucionadas hasta 5 y aun así nos faltaron muchas cosas que sin problema te pueden llevar a cumplir 60 horas de juego, al final lo terminamos en 48.
Este remake toma lo mejor de todas las series y nos presentan una jugabilidad que mezcla la batalla en tiempo real con matices del juego original. El sistema de experiencia te permite hacer múltiples combinaciones en tus armas que permitirán tener personajes balanceados de distinta forma, al igual la materia se sigue desarrollando como en el juego original y el sistema de accesorios junto con el de ítems es intuitivo para los que frecuentan este género.
Un cambio interesante es el hecho de premiar el análisis de los enemigos, para que un NPC nos vaya liberando nuevos tipos de materias e incluso invocaciones por medio de un apartado de simulación en donde al ganarle, nos podemos hacer de él.
Las submisiones incluyen desde competencias para romper cajas más rápido, tiro al blanco, las clásicas sentadillas o barras apretando botones, hasta un baile digno de un show de televisión con un sistema modernizado de lo que era Bust A Groove de la primer PlayStation, donde el timing y la sincronización será clave.
Como todos los juegos de rol, integra miles de mandaderos, pero ninguno de ellos tedioso y lo mejor es que puedes tomar varias misiones al mismo tiempo para irlas desarrollando conforme vas avanzando. Es importante tener en cuenta que la mayoría de ellas las podrás completar al terminar el juego, pero si queremos anticipar que al final, todo será más fácil en el desenlace si haces la mayoría por la cantidad de objetos que obtienes.
A diferencia del título original, todo es lineal y prácticamente te van llevando de la mano, algo que no es raro en los Final Fantasys de Square Enix, de hecho, en algunos casos cuando intentas irte por otro lado, el mismo juego te regresa con algún dialogo de los personajes o con muros invisibles.
Algo que agradecerán los fans es que hay pequeñas decisiones durante algunas charlas entre personajes que dependiendo de tu respuesta, acortará o ampliará el dialogo.
Es importante tener en cuenta que si no acostumbras a jugar RPG’s, es probable que no te gusten los “mandaderos”, pero lo interesante de este juego a diferencia del original es que lo podrás terminar rápido con solo seguir la historia principal.
Un punto en contra es el abuso del ir y venir por las alcantarillas en algunos capítulos, son prácticamente 3 o 4 horas innecesarias que pudieron omitir.
La banda sonora de Nobuo Uematsu original esta presente, pero ahora de una forma única, ya que son las mismas piezas, pero con mayor profundidad, sentido y belleza. El trabajo elaborado en este apartado, sencillamente es perfecto porque en lo absoluto molesta o aburre, incluso una de las nuevas tonadas es pegajosa y hasta divertida.
Los sonidos hacen una sincronía perfecta y si lo escuchas en algún sistema de audio envolvente, sin duda querrás subirle al volumen. El doblaje por su parte esta bien trabajado y se hizo un esfuerzo considerable por darle sentido a la sincronización de los labios. Para los que no tienen dominio del inglés, cuenta con subtítulos en español.
El juego por momentos es perfecto y podría decirse que es de los que más explotan a la PlayStation 4, ya que hay momentos en donde incluso por medio de software hay simulación de trazado de rayos, iluminación en tiempo real y un manejo de partículas inmejorable. El talón de Aquiles esta definitivamente en la carga de texturas, pero esto se puede entender por la magnitud de los escenarios. En más de una ocasión veremos como tardan en cargar y en algunos otros lugares se apreciarán muros que parecen de juego de PlayStation 2, por un lado, se entiende por la carga visual de los propios personajes o lo amplio y detallado de los niveles, pero aún así es una falla palpable. Todo esto queda atrás cuando vemos las secuencias de diálogos o el tobogán visual del capítulo 15 en adelante. Esperemos que esto pueda ser mejorado por medio de alguna actualización.
Final Fantasy VII Remake cumple con creces los 23 años de espera, da oportunidad de conocer más a los personajes y sin duda abre la puerta a una trilogía de juegos que esperemos no tarde tanto en llegar. Es un tobogán de emociones con aspectos visuales de nueva generación que se llega a ver opacado por momentos con cuestiones tan básicas como la carga de texturas, pero el soundtrack, sonido y doblaje, hacen de este una versión de ensueño.
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