“La venganza ha sido el motor de mi vida”: Anthony Hopkins y su peculiar forma de llegar a la actuación
La leyenda viva de la interpretación ha tenido una carrera llena de hitos, pero también de fracasos, y de una vida personal atormentada.
El recién galardonado como “Mejor Actor” en la edición 93 de los Premios Óscar, Anthony Hopkins conmovió a todos por su interpretación en “El Padre”, sin embargo su carreta tan versátil y compleja no necesita ser validada con premios, dando la imagen de un actor bastante prestigioso.
Sin embargo, su vida personal se ha visto atormentada por su lucha con el alcoholismo, la depresión y los ataques de ira, sumado a los remordimientos por abandonar a una hija recién nacida, e incluso el admitir que la venganza ha sido "el motor" de su vida.
TE RECOMENDAMOS: Estos son los 23 ganadores de los premios de la Academia
El significado de esas palabras dieron inicio a su profesión, pues cuando apenas tenia 15 años logró acercarse al actor Richard Burton y pedirle un autógrafo y este le contestara con desdén, supo que algún día tendía que estar a su altura:“Fue la inseguridad y el sentimiento de ser la última mierda que tuve cuando le pedí un autógrafo lo que me dio la furia para saber que un día me vengaría”, admite Hopkins
La venganza fue tomada por Hopkins como un impulso desde temprana edad pues no solo quiso vengarse de Burton, sino también de sus padres, quienes nunca lo hubiesen apoyado, así como de sus compañeros de la escuela que se burlaban de él por tocar el piano.
En pocos años alcanzó el máximo prestigio que cualquier intérprete británico pudiera aspirar: protagonizar las obras del National Theatre, y encabezar una de las más importantes “Macbeth”, misma que lo impulsaría a rodar una película en Hollywood: “Nunca lo disfruté. El teatro británico es muy académico y yo siempre he sido muy mal estudiante. No me gusta la autoridad, ya sufrí suficientes abusos de pequeño”.
Una vida llena de altibajos
En 1968, Hopkins abandonó a su primera esposa, con una pequeña bebé de cuatro meses, argumentando que era “demasiado egoísta” para crear una familia. Dicha acción le ha costado un remordimiento inmenso, pues hasta el día de hoy, nunca ha tenido relación con su hija y hoy no sabe siquiera si tiene nietos.
Tiempo después, Hopkins adquirió fama de “actor temperamental”, pues sufría ataques de ira durante los rodajes, e incluso desaparecía sin dar explicaciones. El alcohol comenzó a ser su mejor amigo, y fue hasta que amaneció en un motel de Phoenix sin tener la menor idea de cómo había llegado que decidió no volver a beber. Incluso se atrevió a celebrar en un vídeo en sus redes sociales sus 45 años sin beber alcohol, cosa que sorprendió a sus seguidores.
Hopkins asegura que Lecter y sus otras tres candidaturas al Oscar con “Lo que queda del día”, “Nixon” y “Amistad” fueron su gran venganza hacia todos aquellos que nunca creyeron en él.
TAMBIÉN PUEDES LEER: Brad Pitt criticado por su gesto nada caballeroso con actriz en los Oscar
Anthony Hopkins se ha convertido en todo una leyenda del cine y el teatro, con esa voz grave y mirada profunda que nos ha transportado con sus grandes interpretaciones, las cuales incluso en estos tiempos de nostalgia no le gusta alardear. Su interpretación en “El padre” ha vuelto a colocarlo como mejor actor, obteniendo un segundo Oscar y convirtiéndose, a sus 83 años, en el actor más longevo en conseguirlo.
