Moss: Book II, la mejor forma de cerrar el ciclo del PlayStation VR
Una experiencia imperdible de realidad virtual
Hay juegos que marcan generaciones de consolas: cuando uno piensa en el SNES de inmediato Super Mario World viene a la mente, si es el Nintendo 64 seguro Mario 64 o Zelda Ocarina Time estarán presentes, PS1 sin duda Crash Bandicoot, Metal Gear Solid o Final Fantasy VII. Y así para cada consola. Pero para plataformas como el PlayStation VR, que carece de una biblioteca tan extensa y su desarrollo se quedó con varios pendientes, elegir un juego emblemático es un poco más complejo, o al menos así lo era hasta que jugué Moss: Book II.
Y sin duda hay que ser claros y honestos, como videojuego Moss: Book 2 todavía tiene muchos pendientes, área de oportunidad, errores o elementos frustrantes o a momentos decepcionantes; pero como juego de realidad virtual se trata de una de las aventuras más memorables, atractivas visualmente, interesantes y divertidas que he tenido la oportunidad de jugar en PSVR.
No, Moss: Book 2 no es un Half Life Alyx o incluso carece de la complejidad y robustez de un The Walking Dead: Saints & Sinners, pero para los dueños de un PSVR que vienen buscando un juego de plataforma con una historia entrañable y personajes memorables con los que realmente puedes conectar, no se sentirán decepcionados.
Argumento
Para los que no han tenido la oportunidad de jugar la primera parte o mejor dicho el libro uno, ahí les va el resumen. Moss narra la historia de un “lector” (el jugador) que dentro de una biblioteca toma un libro y es de inmediato es trasladado a un universo fantástico donde crea una conexión misteriosa con Quill, un pequeño ratón, que busca salvar a sí tío y de paso al reino en el que vive de las manos de una malvada serpiente conocida como Sarfogg. Aunque común, la conexión que crea Polyarc con ese argumento como arco central de la historia, es muy poderosa, porque el jugador asume el punto de vista del “Lector” y desde ese momento el escenario, acertijos y el control de Quill lo miras y experimentas de la misma manera que cuando leemos un libro o novela, ya que usamos nuestra imaginación y nos convertimos en una especie de ente omnipresentes capaz de ver a todos los personajes del libro, sus diálogos, retos y escenarios en lo que se desenvuelven pero sin realmente intervenir. Esa misma conexión es la que los desarrolladores logran con Moss, solo que en esta ocasión el lector (o sea nosotros) jugamos un papel central pues no solo vemos el escenario y a su personajes, sino que podemos manipularlo para ayudar a Quill a resolver acertijos o luchar con enemigos.
Es importante mencionar que Moss: Book 2 arranca la historia justo en el momento en que termina el primer juego: Quill ha logrado derrotar a Sarfogg y rescatar a su tío, pero ahora debe enfrentarse a una nueva criatura si realmente desea liberar la oscuridad de su tierra y aunque no es necesario haber jugado la primera parte para poder disfrutar de su secuela, existe la posibilidad que ciertas partes de la historia se sientan inconexas a falta del contexto del primer juego.
Gameplay
Como buena secuela, esta entrega sigue la regla de “lo que no está roto, no vale la pena arreglarlo”, de modo que el modo de juego y controles mantiene ese estilo de juego tipo metroidvania, pero en un ambiente de VR.
Ojo que eso no significa que Moss: Book 2 es simplemente el mismo juego con una historia nueva, pues a pesar de que su base se mantiene, Polyarc logra sorprender incorporando excelentes elementos de este tipo de juegos. Quill no solo tendrá la posibilidad de ir adquiriendo ciertos poderes o habilidades que le permitirán llegar a nuevas zonas en el mapa, saltar más lejos o manipular el escenario, sino que también tendrá a su disposición un arsenal un poco más completo y variado, que le da al modo de combate, muy al estilo Zelda, mucha más frescura.
Los acertijos sin duda también son más complejos y aunque ninguno de ellos jamás representó un factor de frustración, varios nos dejaron un buen sabor de boca pues nos obligaron a pensar y buscar una perspectiva diferente para resolverlos.
Lo mismo con los enemigos y jefes del juego, que aunque están lejos de tener un nivel de dificultad estilo Elden Ring o Cuphead, conllevan un elemento de combate único, en especial los jefes, pues aprovechan el factor VR de una forma atractiva, la cual obliga al jugador a sentirse parte de la batalla, no solo porque está oprimiendo los botones de un control para dar espadazos, sino porque debes desplazarte, tomar o mover objetos del escenario para ayudar a Quill a sobrevivir.
Visuales
En cuanto a gráficos, Polyrac tomó la mejor decisión y deja una muestra de lo que pueden ser los universos de VR gracias a Unreal Engine, el juego no solo bonito y detallado, sino que además la diversidad de escenarios, ambientes y climas combinados con una historia interesante, que por más infantil que pueda sonar, te hace sentir como si realmente estuvieras viviendo un libro de fantasía.
Y si bien el juego no es perfecto, pues como todo juego de realidad virtual, tiene problemas de perspectiva o un sistema de combate y progreso básico, o ciertos elementos inútiles o sin gran valor, el mayor problema de Moss: Book 2 es su duración.
Por todo lo épico o interesante que pueden ser los mundos que el jugador explora con Quill, el juego se siente apresurado, corto y a momentos sin respiro. Se trata de ir de un acertijo en un mapa a otro, con mapas o escenarios eventuales de pelea y uno que otro jefe, pero desafortunadamente el juego no invita a la exploración y aunque tiene un pequeño elemento de replay, no es lo suficientemente interesante como para mantener al jugador enganchado para intentar una segunda ronda, mucho menos una tercera. Ese factor de exploración, de descubrir secretos o alcanzar nuevas áreas con tus habilidades o armas recién ganadas que hace tan famosos a los metroidvania, no existe en Moss: Book 2 y es quizá su mayor pendiente con los jugadores.
Conclusión
Polyarc sin duda tiene en sus manos al que podría ser el Crash Bandicoot o aunque suene exagerado al Mario Bros del mundo del VR. Quill y su universo entero tiene ese factor único de recordación, agrado y cariño que pocos personajes de los videojuegos tienen, pero para que realmente explote Moss, tiene que dejar de sentirse como una experiencia de VR de un par de horas, a una aventura más completa, extensa y libre, que permita al jugador “El Lector”, saltar de vez en cuando entre páginas o incluso leer capítulos enteros opcionales. Ojalá que el Book 3 sea esa libertad y expansión que permita a la saga dar el salto a las grandes ligas. Por ahora, Quill y el universo de Moss: Book 2 pasarán a la historia como el claro ejemplo del potencial del VR y la razón ideal para desempolvar tu PSVR.
Por Carlos Fernández de Lara @chachacharly
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