Dead Island 2: un paseo nostálgico para bien y para mal
Machacando Zombies después de 10 años
Si aprendes algo como gamer es sin duda a lidiar con la frustración y a incrementar tus niveles de tolerancia. No solo para pasar o terminar algunos de tus juegos favoritos, sino también para soportar y sobrevivir a la inevitable realidad de las mentiras a medias o las falsas promesas de los desarrolladores quienes constantemente tienden a anunciar juegos que simplemente nunca verán la luz o que su tiempo de lanzamiento se extienden tanto que es más probable que primero termines la carrera de medicina, con una buena especialidad, a que tengas el juego en tus manos.
Beyond Good and Evil 2, Metroid 4 y Dragon Age 3 son una simple pincelada de títulos que forman parte de la lista infame de juegos anunciados y presumidos, pero jamás lanzados. Luego de diez años de estar en esa lista, decenas de rumores de su cancelación y tres estudios de desarrollo, por fin Dead Island 2 abandonó esa lista para por fin llegar a nuestras manos. Y aunque ya tiene el mismo encantó que su predecesor, luego de jugar durante un par de semanas podemos decir que la espera casi valió la pena.
Como toda buena reseña es mejor explicar por partes la razón del porqué.
Historia y desarrollo
Publicado por Deep Silver y desarrollado por Dambuster Studios, el estudio detrás del semi decente Chorus, Dead Island 2 es casi un milagro en la escena del desarrollo. Aunque el juego fue presentado con bombo y platillo en 2014 como secuela al exitoso zombie smasher Dead Island, desarrollado por Techland, el título inicialmente sería responsabilidad de Yager Development, quienes en 2015 perdieron el control del proyecto, para cederlo a Simó Digital, quienes tan solo un año después perderían el desarrollo y tras dos años de ser un proyecto huérfano el título finalmente cayó en manos de Dambuster a quienes les ha tomado poco más de cuatro años terminarlo.
En esencia el juego mantiene la premisa de su predecesor: el mundo se fue al diablo por un apocalipsis zombi y te toca intentar sobrevivir y defenderse de hordas, casi infinitas de zombis con un arsenal de armas creadas del ingenio humano.
Pero a diferencia de una isla, en Dead Island 2, el escenario son algunas partes de Los Ángeles y San Francisco.
El juego te da elegir entre seis personajes con diferentes personalidades y también atributos o habilidades, todos ellos inmunes al virus y con una particular habilidad para matar zombis.
La historia si bien existe, es a momento tan inverosímil y poco creíble que pareciera haber sido escrita por alguna de los guionistas de cintas como Sharknado, si esa donde los tiburones viajan en tornados y matan gente.
Pero pese a ello funciona, no es una gran historia, pero es claro que el equipo no pretendía hacer de Dead Island, una trama estilo The Last of Us y a momentos esa ridiculez embona perfecto con algunos de los personajes, escenarios y momentos del juego.
Solo para dar una referencia, mientras exploras las mansiones de Bel Air famosas por ser el hogar de actores y actrices de Hollywood, te toca recorrer una mansión habitada por un grupo de influencers y streamers. Y si bien, la mayoría de ellos ya han pasado a mejor vida al momento de tu llegada y se han transformado en come cerebros humanos. Al conocer, la forma en la que varios de ellos se infectaron, ver el contenido de sus habitaciones o mensajes finales te sacarán más de una sonrisa o en algunos casos como a mí una buena carcajada. Por absurdo, pero al mismo tiempo por ser tan real y preciso a nuestros tiempos modernos.
Son ese tipo de momentos y no necesariamente la historia central los que hacen de la trama de Dead Island 2 un viaje entretenido de vivir y experimentar.
Descuartizando todo
Dambuster se encargó de que Dead Island 2 fuera en parte un homenaje a su predecesor, de modo que el método de combate si bien ha mejorado se mantiene similar a los elementos que hicieron famosos a Dead Island: una mezcla entre FPS y RPG con elementos de progresión.
Se trata sobre todo de un juego de combate cercano, en donde si bien existen armas de fuego su uso se siente limitado, acartonado y poco efectivo, por lo que constantemente o incluso casi de forma permanente combatirás hordas de infectados con bates, palos, espadas, cuchillos, sables, bastones, palos de golf, herramientas o incluso armas extrañas como un tipo garras de Wolverine, todos ellos efectivos para descuartizar, macerar o lesionar el cuerpo de los muertos vivientes.
Y vaya que es una experiencia gratificante, el equipo de Dambuster incluso crearon un nuevo sistema llamado FLESH, cuyas siglas en español se traducen a algo como: Sistema de evisceración totalmente local para humanoides.
FLESH no es otra cosa que sistema de animación para que el efecto y sensación de cortar cabezas o golpear cuerpos humanos con palos o herramientas tengan un efecto físico, similar al que se tendría en la vida real.
O como bien han explicado sus creadores el jugador puede rebanar, trocear, picar, desmembrar, derretir, golpear y romper zombis en todo tipo de formas.
Y no solo suena rudo, sino que se ve así, los efectos visuales y sonoros del combate de Dead Island 2 son sin duda uno de sus mejores fuertes. Es un espectáculo gore, pero uno que te hace sentir realmente en el momento.
Su gran problema es que, aunque existe una variedad de zombis, algunos de ellos jefes o super zombis que luego tienden a convertirse en enemigos comunes, el combate tiende a ser lineal. Es decir, quizá los primeros 200 zombis masacrados son cosa entretenida de ejecutar, pero para cuando llevas 300 o más, el proceso se sentirá como algo repetitivo o como mero trámite para seguir avanzando.
A eso se suma la creación de armas, que si bien mantiene esa esencia del ingenio, es decir, por qué luchar con un machete normal y aburrido, cuando puedes conectarle un par de baterías y convertirlo en un machete que electrocuta o por qué no, armar un bate que a la vez actúe como un lanzallamas, tiene el enorme problema que a momentos se siente más como un elemento visual, más que como un factor de cambio en el juego.
En pocas palabras, tu arma se verá increíble, pero su efecto novedoso primordialmente se reduce a crear daño adicional o basado en el elemento del arma, pero no un cambio en su forma de utilizarla o incluso en la manera o efecto en los que daña al enemigo.
Estaría mintiendo si digo que Dead Island 2 no es juego bastante divertido, porque de verdad lo es, si bien no es un juego de mundo abierto, ya que su escenarios para nada son cortos y sus misiones extras a veces son mejores que la historia central, el sistema de progresión no es el mejor, pero el uso de un sistema simple de cartas que tan van abriendo nuevas habilidades dan un poco de variedad al juego y aunque no es realmente retador, a consecuencia de elementos como la invisibilidad que te da el parry, si es un título que te puede hacer sudar en ciertos momentos.
Quizá su mayor debilidad es el hecho de que haya tardado diez años en salir, lo hace sentirse viejo o poco innovador frente a propuestas similares como Dying Light.
Pacto de sangre
Aunque no lo pudimos probar tanto como nos hubiera gustado. Hay un elemento que sí hace de Dead Island 2 algo increíble: el modo cooperativo hasta con 2 personas. Puedes tener partidas con amigos o crear juegos públicos e interactuar con extraños, pero sea como sea, el hecho de sentirte acompañado y ayudar a tu compañero con una patada voladora tipo luchador de la AAA para ver el zombi volar, hacen del juego un paseo agradable, sin contar que a más jugadores más enemigos y más reto.
No cabe duda de que Dead Island 2 cumple con el pacto de si el mundo se acaba, que mejor que sea con un amigo con el cual estás dispuesto a cercenar zombis hasta el cansancio.
Conclusión
Dead Island 2 no es la promesa de secuela que esperamos durante 10 años. Es decir, realmente no innova o trae nuevos elementos destacables sobre su predecesor o incluso sobre el ya aglomerado género de zombie smasher. Pero no es malo, su personajes e historia inverosímil, el sistema realista FLESH, su modo cooperativo y escenarios limitados, pero bien pensados, hacen del juego una aventura digna de darle una oportunidad. Si eres de aquellos que jugó el primer Dead Island y aún recuerdas con nostalgia y cariño la hermosa canción de Sam B. Who do you Voodooo B… tienes que jugar esta nueva entrega, en parte porque la vas a pasar bien y porque lo mereces después de una larga espera.
Por Carlos Fernández de Lara
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