Así son los misteriosos caballos que viven en Chernóbil
La explosión nuclear más grave de la historia dejó una zona de exclusión donde casi no hay habitantes y a 35 años del accidente, los caballos de Przewalski comienzan a apoderarse del terreno
Han pasado 34 años del accidente en la central nuclear de Chérnobil, por su magnitud y daños causados a la salud de las personas y el medio ambiente ha sido catalogado como la mayor catástrofe de su tipo en la historia.
Se estima que más de 350 mil personas fueron evacuadas del terreno, ya que los altos niveles de radiación traerían graves consecuencias a su salud. En la actualidad, cerca de cuatro mil 700 kilómetros cuadrados entre Ucrania y Bielorrusia están prohibidos, pues nadie los puede vacacionar ni mucho menos habitar.
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De acuerdo con los científicos, la contaminación radioactiva que hay en la zona de exclusión podría disiparse en más de 20 mil años.
Y aunque a la fecha todos piensan que Chernóbil es un desierto, la verdad es que se ha generado más vida de la que se imagina. Expertos en la zona, recientemente aseguraron que decenas de especies han logrado adaptarse a las condiciones de este lugar, desde arácnidos, varios tipos de ranas, vacas y caballos.
Aunque a simple vista no son notables, se han generado mutaciones genéticas en estos animales. Los científicos han observado que en el caso de las arañas, la radioactividad les ha provocado que no puedan generar patrones geométricos en sus telarañas, y en el caso de las ranas, notaron que el color verde de algunas especies se ha hecho más claro.
Sin duda algo que ha llamado la atención de los expertos en los últimos años, son los caballos de Przewalski, los cuales han sido considerados los más salvajes del mundo.
Resulta que en los tiempos del coronel Przewalski esta especie de caballos estaba casi extinta, sobre todo en las estepas de Mongolia y China. Las investigaciones apuntan a que el sobrepastoreo y la caza para el consumo humano fueron dos de los factores que estaban provocando su extinción, tanto así que se creía que el último ejemplar había sido observado en el desierto de Gobi en 1969.
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Luego de que las autoridades se percataron de que ya no habían más caballos salvajes, comenzaron un programa de cría en cautiverio, en donde tomaron a los 12 mamíferos que quedaban en la zona europea para hacerles tratamientos, y fue así como recuperaron a la especie que casi quedaba en extinción.
De acuerdo con la información que se tiene hasta el momento, cerca de dos mil caballos salvajes son los que se tienen, centenares de ellos viven en libertad, sobre todo en las estepas de Asia y distintas zonas de Europa, ya que es ahí en donde encuentran el clima al que mejor se adaptan. Cabe señalar que entre esas zonas de adaptabilidad se encuentra Chernóbil.
Otra cosa interesante que gira en torno a los caballos Przewalski, es que antes del accidente en la central nuclear no existían ahí, pero fue hasta 1998 cuando los primeros 31 mamíferos llegaron a la famosa zona de exclusión. En ese entonces, eran 10 machos y 18 hembras procedentes de la reserva natural de Askania Nova, en el sur de Ucrania.
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Las cámaras de fototrampeo que actualmente se encuentran colocadas en la zona de radioactividad han dejado ver que a pesar de que estos caballos son especies asociadas a las estepas, en Chernóbil están encontrando un sitio de desarrollo.
De hecho, en donde más han sido vistos es en el “bosque rojo”, una de las zonas más radioactivas del planeta.
Finalmente, con los múltiples incendios que han habido en el lugar, los científicos han declarado que se tendrá que evaluar el efecto que el fuego y los químicos que suelta generen sobre la especie, pues de haber reacciones negativas se tendrás que buscar medidas para que los mamíferos sean sacados del espacio.
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